Hace tiempo que los teléfonos dejaron de ser eso, sólo teléfonos. Hoy en día, los smartphones son casi ordenadores en miniatura, que nos permiten hacer multitud de tareas tales como aplicaciones de ocio o productividad, música, fotos, navegación GPS o permitirnos estar conectados permanentemente a internet. Y todo ello, con un pequeño dispositivo que cabe en cualquier bolsillo. Y si los teléfonos son cada vez más “inteligentes”, ¿no deberían serlo también los coches?
La conectividad entre teléfonos y automóviles será cada vez mayor, y dado que también cada vez hay mayor variedad de dispositivos móviles se hará necesaria una cierta estandarización: imaginaros la pléyade de modelos de teléfonos y automóviles distintos que deberán ser compatibles entre sí. Por ello, con vistas al futuro, algunos de los fabricantes de automóviles más importantes del mundo, como Daimler, GM, Honda, Hyundai, Toyota y Volkswagen han creado el “Car Connectivity Consortium” junto a algunos fabricantes de telefonía de importancia, como Nokia, LG o Samsung.
A este “Consorcio de Conectividad” también pertenecen firmas de car audio como Alpine o Panasonic, que tienen mucho que decir al respecto en este tema, y se espera que se unan, en las próximas semanas, nuevos fabricantes de importancia. Personalmente veo un grave problema en todo esto, y es que contar con los fabricantes de hardware de telefonía más importantes es imprescindible, pero también lo es contar con los fabricantes del software, del sistema operativo que supone el verdadero corazón de cada smartphone.
Y en este último apartado, hay graves ausencias en ese acuerdo de colaboración: Google con Android y Apple con su iOS tendrían mucho que decir, puesto que son los dos ecosistemas más importantes y con más proyección futura, así que si esta alianza tecnológica no cuenta con estos dos actores principales la viabilidad de futuro de esta propuesta estará más que en entredicho.
A día de hoy, la conectividad entre automóvil y teléfono es relativamente limitada. La interacción más común entre ambos suele ser el manos libres por bluetooth, para efectuar llamadas con seguridad, la navegación por GPS con nuestro teléfono, conexión Bluetooth de streaming de audio o conexiones USB o Dock de 30 pines (en el caso del iPhone) mediante cable para poder escuchar toda nuestra música en el equipo de sonido del coche.
Es cierto, existen muchas más cosas que pueden hacer teléfonos y modelos de coche concretos, con aplicaciones destinadas a tal efecto, pero de momento su uso es absolutamente anecdótico. ¿Qué nos deparará el futuro? Este consorcio pretende explorar nuevas formas de interactuar con nuestro coche gracias a la ayuda del teléfono y a la conectividad inalámbrica mediante Bluetooth, WLAN o la todavía casi inédita NFC (Near Field Communication).
Por ejemplo, decir adiós a los navegadores integrados en el salpicadero, pudiendo controlar el navegador integrado en el smartphone mediante una pantalla multifunción en el automóvil, manejar desde el vehículo aplicaciones que estén instaladas en el móvil, controles por voz mejorados para un más fácil acceso a música y funciones, búsqueda e información de puntos de interés o incluso sistemas de carga de baterías inalámbricos, para que nuestro teléfono nunca se quede sin batería. Coches y teléfonos “inteligentes” trabajando en armonía: el futuro ya está aquí…
Fuente: Autoblog.com | Autocar
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