Cosworth. Su simple nombre inspira respeto y admiración en los círculos del alto rendimiento automovilístico. Y es precisamente este especialista británico el que firma el corazón propulsor del BAC Mono. El Mono es un nuevo superdeportivo ligero de origen británico, no dispuesto a caer en el olvido y con la firme determinación de poner las cosas difíciles al Ariel Atom, que está apadrinado por Honda y Mugen. El Mono es un monoplaza, determinado a exportar a las carreteras la experiencia de la Fórmula 1.
Es la ópera prima de los hermanos Briggs, dos británicos dueños de la empresa Adaptive Space, consultora de ingeniería durante más de 15 años para Ford, Porsche o Mercedes, con lo que cabe pensar que experiencia no les falta. Su carrocería está construida en fibra de carbono, sobre un chasis tubular con jaula antivuelco homologada por la FIA. La aerodinámica ha sido estudiada mediante dinámica de fluidos computerizada por la Universidad de Stuttgart. Para nada es un proyecto de aficionados.
Su diseño no es inspirador, simplemente es agresivo y muy aerodinámico, respondiendo a la filosofía de forma sobre función. No obstante, siempre es posible encontrar algo de belleza en los contrastes blanco-negro de su carrocería y desde detrás, parece una lanzadera espacial. Sin embargo, la verdadera belleza del BAC Mono es que pesa sólamente 540 kg, por lo que consigue una relación peso-potencia de nada menos que 520 CV/tonelada, cortesía del motor 2.3 Cosworth, no sobrealimentado.
Esta maravilla técnica entrega 280 CV atmosféricos, aullando a casi 9.000 rpm y propulsando las ruedas traseras. Montado en posición central-trasera longitudinal (distribución de peso 48:52), envía su torrente de potencia a través de una caja de cambios secuencial de seis relaciones, pasando después por un autoblocante. El efecto medible es una aceleración de 0 a 96 km/h cuantificada en 2.8 segundos. Los 160 km/h caen en 6.7 segundos y su velocidad punta es de 272 km/h.
La suspensión tipo coilover la firma Sachs y es ajustable. El equipo de frenos es AP Racing y las llantas OZ son exclusivas para el BAC Mono, fabricadas a medida y envueltas en semi-slick Toyo. El asiento de este monoplaza es fijo, pero los pedales y el volante son ajustables para lograr la posición de conducción óptima. Un juguete peligroso y radical que esperamos ver pronto en alguna prueba de alto nivel, quizá con el Stig a sus mandos y enfrentado al Ariel Atom Mugen.
Fuente: Serious Wheels
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