Es ver un camión de estos que aparecen en el vídeo y entrarme la necesidad irrefrenable de ponerme una gorra de camionero (obviamente), una camisa de cuadros con las mangas remangadas (válgame la redundancia) y echarme a la carretera a tirar millas, cual película de Hollywood. Pero la cosa se pasa rápido, ni estoy en Estados Unidos ni tengo un camión. Me toca conformarme con esto.
Todos habréis visto las gymkhanas de Ken Block, unas veces con un Ford Fiesta, otras con un Subaru Impreza, pero todas espectaculares, independientemente del coche. Mike Ryan se supera en esta gymkhana con algo más grande. Mucho más grande. El Freightliner Cascadia con el que ha subido en unas cuantas ocasiones el Pikes Peak.
El tamaño importa, como reza el título del vídeo y en esta ocasión lo podemos atestiguar. Si bien la gymkhana es espectacular, el camión no es tan ágil como puede ser un pequeño Ford Fiesta. Aún así, merece la pena el visionado (y no sólo por la chica) puesto que pocas veces vamos a ver un vídeo como éste, donde una bestia de 1.950 CV se divierte quemando ruedas por el asfalto.
Como he comentado más arriba, Mike Ryan es un piloto que ha desafiado, hasta en 20 ocasiones, las curvas y el trazado enrevesado del Pikes Peak con su camión. Sólo con saber esto ya podemos presuponer que tiene manos suficientes para deleitarnos con un vídeo como éste, por muy grande que sea su máquina.
Os propongo que os toméis cinco minutos de descanso, activéis la opción de 1080p y subáis el volumen hasta límites aceptables. Son cinco minutos de música country, ruedas quemándose en el asfalto y una bestia de 1.950 CV domada por Mike Ryan. Perfecto para una tarde de domingo.
Fuente: Motorpasión F1
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