En medio de la euforia que envuelve de un tiempo a esta parte a los coches eléctricos de batería, algunos seguimos sin acabar de creernos que este tipo de coches puedan cumplir las expectativas que muchos han puesto en ellos. Básicamente porque da la sensación de que aún no están lo suficientemente maduros como para empezar a llegar a manos de los consumidores. Hay demasiada prisa por que los coches eléctricos puros conquisten las carreteras, y eso lo único que puede provocar son decepciones.
Eso es lo que parece haberle ocurrido a la compañía de vehículos de alquiler Sixt, que el verano pasado decidió incluir coches eléctricos en su oferta. Tras menos de un año de experiencia, se ha visto en la necesidad de prescindir de ellos. Las razones las explicó el propio Erich Sixt en una conferencia de prensa en la que, sin pelos en la lengua, dejó claro que la experiencia ha sido “una absoluta catástrofe”.
Sixt, en colaboración con la eléctrica RWE, ofrecía a sus clientes la posibilidad de alquilar, en algunas ciudades alemanas, vehículos eléctricos. Se trataba de modelos de la firma Karabag, es decir, Fiat 500 modificados para funcionar con electricidad almacenada en baterías de litio. Una experiencia novedosa que algunos clientes estaban dispuestos a probar a razón de 59 euros al día.
Si el vehículo elegido era una pequeña furgoneta eléctrica la cuota ascendía a 79 euros diarios. La empresa afirma que las cuotas son muy bajas, tanto que no son económicamente rentables. Pero el verdadero problema resultó ser el estado actual de la técnica.
La compañía asegura que los 140 kilómetros de autonomía que publicita Karabag para sus coches son pura teoría. Al parecer, algunos clientes acostumbrados a conducir con ligereza apenas consiguieron recorrer 70 kilómetros. Otros se quedaron tirados con las baterías vacías y, como era de esperar, llamaron a la empresa de alquiler para darles las quejas. Viendo que los problemas eran algo habitual, Sixt optó por renunciar a seguir experimentando con coches de baterías.
Aún así, el presidente de la compañía está dispuesto a seguir intentándolo. En su opinión, el futuro de coche eléctrico de baterías es incierto, pero no queda más remedio que seguir participando en el tema, al igual que la práctica totalidad de los constructores.
Fuente: Sueddeutsche Zeitung
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