En los últimos años se ha avanzado mucho en el desarrollo de suspensiones activas mucho más efectivas en todo tipo de circunstancias. El cliente ya no sólo demanda vehículos con aplomo y compostura negociando curvas a ritmo alto sino también confortables en viajes por carretera y absorbiendo toda la suerte de obstáculos y baches que nos encontramos en las calles de cualquier ciudad.
Los ingenieros de Ingolstadt han querido ir mucho más lejos y están desarrollando un nuevo sistema de suspensiones activas que permitiría a sus vehículos comportarse como una motocicleta e inclinarse hacia el vértice de la curva para facilitar la labor del chasis y la dirección. El objetivo es hacer que la inercia del giro no empuje el vehículo hacia afuera sino hacia el asfalto.
De momento este sistema está siendo probado en un prototipo de Audi A5 y no sabemos si algún día se llegará a poner en práctica en un modelo de producción. Lo cierto es que será difícil dada la complejidad que entraña el sistema. Para inclinarse el vehículo es necesario no sólo modificar el recorrido de las suspensiones, sino también la articulación de los brazos y la dirección para modificar su altura y longitud.
A priori parece que este dispositivo es óptimo para una conducción a ritmo ligero pero no confortable para un viaje por carreteras viradas, por ejemplo. Pero según Audi en sus pruebas no sólo han conseguido reducir las fuerzas laterales sino también prevenir el mareo de los ocupantes.
¿Llegará el día en que veamos berlinas tumbándose en las curvas cual motocicleta? Quién sabe…
Fuente: Coches a fondo | Motorpasión
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