Como os adelantamos, llega un nuevo motor a la familia de propulsores turbodiésel en Renault. Es el primero de una nueva familia de motores denominados Energy, orientados a un nivel muy bajo de emisiones de dióxido de carbono, pero con una potencia y prestaciones sobresalientes. El primer vástago es nuestro protagonista, el nuevo 1.6 dCi de 130 CV, con código interno R9M. El motor ha sido desarrollado durante los últimos años en el centro técnico de Rueil-Malmaison y se producirá en la fábrica normanda de Cléon.
Hasta 150.000 motores anuales se producirán en dicha fábrica, que también produce los 2.0 dCi, 2.3 dCi y 3.0 V6 dCi, además de los gasolina 2.0 que montan los Clio RS y Mégane RS. Volviendo a nuestro 1.6 dCi, es el reemplazo natural del vetusto 1.9 dCi de 130 CV, que en palabras de Renault ya ha llegado a su tope técnico. Este motor de cuatro cilindros y 1.598 cc se estrenará en los Scénic y Grand Scénic, aunque próximamente se extenderá a toda la familia Mégane y otros modelos Renault/Nissan.
Su potencia es de 130 CV a 4.000 rpm, pero nos impresiona más un par máximo de 320 Nm a sólo 1.750 rpm. Aunque para impresionar, el refinamiento en su actuar con una relación de compresión de sólo 15.4:1, una de las más bajas del mercado. Renault ha incorporado en su diseño un 25% de piezas procedentes de los 2.0 dCi, pero como motor se ha desarrollado desde cero con una nueva serie de protocolos de calidad y fiabilidad, como una prueba en banco antes de montarse en los coches.
Con el objetivo de ser el más eficiente entre los propulsores de su cilindrada, incorpora de serie un sistema Stop&Start y recuperación de energía en frenada. Como novedades técnicas, un innovador sistema de gestión térmica, y una EGR de baja presión. En un principio se asociará a una caja de cambios manual de seis velocidades, aunque lo lógico sería pensar que Renault lo acoplase a su caja de cambios de doble embrague EDC, que por lo pronto, está teniendo poca repercusión mediática.
Por supuesto es casi obvio que es un motor en el que sopla un turbo de geometría variable, se conecta a un intercooler y tiene filtro de partículas. En los Scénic es un motor que consume 4.5 l/100 km y emite 117 g/km de CO2, un buen cambio con respecto a los 1.9 dCi, que se bebía 5.4 l/100 km y emitía 149 g/km de estos gases. Es una reducción de emisiones del 20% con su predecesor. Acompañamos el artículo con unas ilustraciones técnicas suministradas por Renault.
Fuente: Renault
En Diariomotor: Nuevos motores 1.6 dCi y 0.9 TCe en Renault | Renault Mégane 1.4 TCe y 2.0 dCI, datos y próximos adversarios
