En Hemmings está a la venta una espectacular curiosidad automovilística, el Studebaker “Kart Hauler”. Posiblemente no conozcáis a la Studebaker Corporation, un fabricante de automóviles estadounidense, uno de los pocos independientes que aún sobrevivía fuera del yugo de las “Big Three” de Detroit. Fue una marca en activo desde el año 1897 hasta el 1967, cuando cesó operaciones debido a su alarmante descenso de ventas, fruto de la mala prensa y el lanzamiento de productos compactos por parte de las grandes de Detroit.
Algunos dicen que fueron las grandes de Detroit las que con su mala prensa terminaron de echar abajo a Studebaker, pero lo cierto es que durante los años 40 y 50, este fabricante de Indiana produjo unos automóviles preciosos que enamoraban al público, en una época en la que el diseño primaba sobre casi todos los demás aspectos. Uno de esos coches era el 1953 Studebaker Starliner/Starlight, un coupé de dos puertas que en el caso que nos ocupa ha sido adaptado con gran gusto al transporte de karts.
Este coche fue construido para el Oakland Roadster Show de 1959, que actualmente se llama Grand National Roadster Show, y es un reputado concurso de automóviles clásicos. Este proyecto fue construido por Lee Talbot y Sam Chakries en 1958, que tomaron un Studebaker Starliner y conviertieron su parte trasera en una caja pick-up, como si de un Ford Ranchero se tratase. Ese espacio fue adaptado al transporte de un go-kart, rápidas máquinas muy populares a finales de los años 50.
Lo más llamativo de este coche es lo armónico de su diseño y sus preciosas líneas clásicas. La adaptación del kart – que va incluido en la venta – es un detalle que lejos de ser de mal gusto, da un encantador ambiente vintage a este vehículo, que ha sido completamente restaurado en dos ocasiones. De hecho, bajo su capó lleva un motor Studebaker President, un 4.2 V8 de más de 200 CV acoplado a carburadores deportivos y una caja de cambios manual de tres relaciones Borg-Warner/Studebaker T86.
El kart, es una fiel reproducción de los Rupp Dart “A Bone” de finales de los años 50, dotado con dos motores West Bend 820, con línea roja en las 13.000 rpm. Este kart tiene ruedas de la época y un asiento tapizado al estilo que se llevaba entonces. Revisando el anuncio, descubro que ya se ha vendido, a un precio que se desconoce pero superior a los 50.000$ por los que su anterior dueño lo había adquirido hace dos años. Un precioso clásico custom que merece la pena no olvidar.
Fuente: Hemmings
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