La crisis de Fukushima ya está teniendo repercusiones sobre la producción de automóviles en Europa por falta de suministro de algunos componentes, pero a partir de ahora estos problemas serán visibles… a simple vista. El tsunami que arrasó la prefectura de Fukushima hizo desaparecer una planta de producción de pigmentos para la pintura de automóviles. Estos pigmentos compuestos de pequeñas plaquitas de óxido de aluminio (Al2O3) se fabrican sintéticamente usando un proceso especial de cristalización.
La única planta del mundo capaz de producir el pigmento Xirallic estaba en Fukushima, en propiedad de la multinacional alemana Merck. Posteriormente, este pigmento se incorpora a las pinturas de automóvil. Está incluido en prácticamente todas las pinturas de automóvil del mundo por sus matices brillantes. El Xirallic se producía en exclusiva en Japón por ser una patente japonesa. Esta historia ha sido desvelada por el responsable de compras del Grupo Volkswagen durante el Salón de Shanghai.
La desaparición de esta planta provocará una alteración en la coloración de los automóviles, que será más notable en los vehículos de color oscuro y la gama de rojos, perdiendo algo de brillo. El Grupo Volkswagen ya ha advertido a la red comercial de que las entregas de vehículos nuevos podrían tener una tonalidad ligeramente diferente a causa de la ausencia de Xirallic, para explicárselo a los clientes. En todo caso, debería ser un cambio de tonalidad relativamente poco apreciable.
Merck es muy consciente de este problema, por lo que va a construir de manera inminente una planta para la producción del pigmento en Europa, casi con toda seguridad en Alemania, una vez solucionado el tema patentes, imaginamos. Como punto final, una reflexión que da mucho que pensar. Un desastre natural a miles de kilómetros de Europa afecta a toda la producción mundial de automóviles debido a lo extremadamente globalizado del proceso de producción de nuestros queridos coches.
Fuente: Yahoo Cars
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