La “guerra” entre China y Taiwan no sólo está en el término político y económico, sino también en la industria del automóvil. Y así como el “Gigante Asiático” se erigía como adalid de la oleada de vehículos eléctricos que se espera en un futuro próximo, en la pequeña isla del sur les salía un nuevo competidor, Luxgen, un fabricante que pretende llegar a Europa con una gama de modelos en la que habrá más de un eléctrico.
El Luxgen Neora es un prototipo que adelanta la línea a seguir por la futura gama de modelos de Luxgen. Y como no podía ser menos estará dotado de un propulsor eléctrico, aún muy alejado de lo que veremos en los próximos años en modelos de producción, pero que promete todo aquello que hasta ahora limita la utilidad de los eléctricos: prestaciones y autonomía digna de cualquier vehículo de gasolina.
Su estética es la de una berlina elegante, moderna y distinguida. Se aprecia que los constructores asiáticos estén poniendo tanto énfasis en la estética con el objetivo de medirse de tú a tú con Europa. Pero olvidémonos de esto para centrarnos en el quid de la cuestión: su propulsor eléctrico.
El Luxgen Neora incorpora un nuevo motor eléctrico de 180 kW, el equivalente a 241 CV de potencia. Suficiente para cualquier berlina de lujo y prestacional que se precie de serlo. Con éste es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h y hacer el 0 a 100 km/h en sólo 6.5 segundos, tiempos dignos de un coupé deportivo de mayor potencia. ¿Quién dijo que un vehículo eléctrico no podía ser rápido?
Para dar energía al motor cuenta también con un pack de baterías de ión de litio de 48 kWh. Eso es prácticamente el doble de la capacidad de las empleadas por el Nissan Leaf, por poner un ejemplo. En su diseño el peso se ha mantenido a raya, sólo 1.600 kg. Aún así sorprende que su autonomía con una recarga máxima se “estire” hasta los 400 km (más del doble que la obtenida por el Leaf).
Ahora bien, tendré que ser yo quien de la mala noticia. Luxgen no nos habla del elevado coste que habrá conllevado mantener esos 1.600 kg incluso con el sobrepeso de unas baterías tan grandes (en el caso del Nissan Leaf el peso en vacío es de unos 1.520 kg).
Por otro lado la cifra de autonomía estará conseguida bajo ciclos de homologación (siendo optimistas europeos). Pero no quieran ni pensar el consumo energético que podría suponer circular a cruceros de 140 km/h, o 200 km/h por Autobahn. A esas velocidades sería un auténtico devorador de kW y con total seguridad la autonomía sería ridícula.
¿Estaremos cerca del vehículo eléctrico definitivo que se pueda medir en todos los aspectos con una buena berlina deportiva de lujo? Ni mucho menos. Pero al menos sigue quedando la esperanza de que con el abaratamiento de las baterías y la mejora de la tecnología muy probablemente ese día llegará en un futuro no tan lejano y este prototipo taiwanés da buena muestra de ello.
Fuente: Luxgen
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