Toda la aureola de misterio que envolvía al enigmático The Stig del programa Top Gear se esfumó cuando Ben Collins anunció en un libro que este personaje era su alter ego. A pesar del contratiempo que esto supuso para el programa y sus seguidores, este piloto británico se ha sabido buscar un nuevo futuro, ayudándose en el hecho de que es considerado uno de los pilotos más completos y experimentados para probar coches de calle.
Por eso, sus palabras son siempre tenidas en cuenta cada vez que habla de algún vehículo. En esta ocasión nos hacemos eco de un artículo que ha publicado en la revista australiana Drive, donde ha comentado los cinco peores coches de serie que ha probado a lo largo de su dilatada carrera. El listado es absoluto, es decir, no hay ningún tipo de categorización por segmentos, por lo que realmente ha tenido que pasarlo mal conduciéndolos para apuntarlos de esta manera. La imagen inicial ya deja bien claro que habrá sorpresas.
Efectivamente, uno de los peores coches que ha citado es el Alfa Romeo 8C Competizione. Deja bien claro que es uno de los más bonitos que ha podido catar, pero critica abiertamente su conducción por carreteras ratoneras, donde un auténtico superdeportivo debería dejar aflorar sus mejores cualidades. Así, se queja de una suspensión muy rígida, las extrañas transferencias de peso que se producen al pisar los frenos o que es prácticamente imposible no hacer chillar las ruedas en las curvas.
El otro superdeportivo de la lista es el TVR Sagaris, al que da pal pelo desde todos los ángulos. En primer lugar critica el diseño general de todos los TVR; los tilda de horribles pero el que realmente se lleva la palma para él es el propio Sagaris. Habla de los numerosos problemas eléctricos que tuvieron muchas unidades, de la enorme dureza del cambio de marchas o del pobre comportamiento general del coche, acentuado por la ausencia de controles electrónicos y el mal reparto de pesos.
Las siguientes críticas atacan directamente el estilo de los coches estadounidenses. Uno de ellos es el Cadillac Escalade, en el que usa todos los clichés que conocemos: las llantas cromadas y las lunas tintadas fomentan el trapicheo de droga en su interior, su consumo en ciudad es bestial y sus capacidades off-road son nulas. El otro afectado es el Dodge Charger, al que critica porque es un pobre revival del Charger clásico. También tira de los típicos problemas que se achacan a los americanos: motor poco aprovechado, caja de cambios automática desfasada y un exceso de peso poco deseable.
Para el último lugar dejamos al patito feo (al menos para mi gusto) del diseño europeo en los últimos años. Se trata del Fiat Multiplá, del cual poco hay que criticar acerca de su comportamiento ya que no estaba pensado en absoluto para excesos deportivos. Califica su diseño como una mezcla entre un tritón deformado y una cementera portátil, pero curiosamente critica uno de los puntos fuertes del modelo: sus seis plazas divididas en dos filas. La frase resumen es lapidaria: te sientes tonto al volante de un Multiplá.
Personalmente no he podido ni siquiera montarme en ninguno de los cinco coches protagonistas de la fatídica lista de Ben Collins, así que no puedo corroborar ni desmentir sus críticas. Sin embargo, estoy seguro de que dará mucho que hablar este artículo, sobre todo por las quejas sobre el alabado Alfa 8C Competizione o los exclusivos TVR. Ahora es turno de expresar vuestras ideas, así como plasmar vuestra propia lista de los cinco peores coches que habéis probado.
Fuente: Motor Authority | Drive
Fotografías: Ian A Kirk | The Car Spy | General Motors | Alfa Romeo | Dodge
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