La actualidad de Saab sigue siendo frenética. En poco más de un mes hemos hablado un par de veces de la delicada situación económica que atraviesa la firma sueca. El resumen es más o menos el siguiente: la situación ha llevado a Saab a buscar apoyos financieros urgentemente, y aquí surgió la figura del millonario ruso Vladimir Antonov para contribuir a la causa a cambio de ganar poder en la marca.
El gobierno sueco ha sido muy reacio a la presencia de esta persona, e incluso una de las cláusulas de la venta a Spyker (de la que Antonov era dueño) recogía explícitamente que esta persona no formara parte de la nueva administración de Saab. Pese a todo, hace unos pocos días se ha sabido que Suecia ha dado permiso a Antonov para invertir en la marca. Como habíamos dicho, se espera que invierta hasta 30 millones de euros para adquirir los principales inmuebles de Saab, algo que dará liquidez inmediata a la marca.
Con 30 millones se puede hacer bien poco en el mundo automotriz, por lo que esta solución no es más que un parche temporal a la espera de recibir mayores cantidades de dinero. Esta necesidad se ha visto acentuada tras conocer los resultados del primer trimestre de 2011, que han sido peores de los esperados: han perdido más de 70 millones de euros y las ventas están muy por debajo de lo previsto. El objetivo para finales de 2011 es colocar en el mercado 80.000 unidades, pero en los tres primeros meses sólo lograron vender 9.674 unidades.
El CEO de Spyker emitió un comunicado afirmando que están buscando inversores a corto y medio plazo para salir del bache, y que no sólo están negociando con grupos chinos. Sin embargo, Autonews ha sabido que hay tres compañías del gigante asiático que están interesadas en invertir en Saab. Se trata de Great Wall Motor Co, China Youngman Automobile Group Co y Jiangsu Yueda Group Co; en las tres están muy avanzadas las negociaciones y esperan cerrar un acuerdo con el mejor postor en unos pocos días.
Por tanto, el futuro más próximo está asegurado gracias a la aparición express de Antonov, y la financiación a corto-medio plazo está cerca de acordarse con uno de los tres grupos chinos citados. Estos tan sólo son los primeros para salir del atolladero en el que se encuentra sumida Saab, que sigue recordando que deberán alcanzar al menos las 80.000 unidades anuales si quieren volver por el buen camino en poco tiempo. Tiene pinta de que no volverán a la normalidad en unos cuantos meses, o incluso varios años, pero desde aquí les deseamos toda la suerte del mundo.
Fuente: Saabsunited | Autonews
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