En los últimos meses se ha hablado mucho acerca de la idoneidad del gravamen actual del impuesto de matriculación basándose en las emisiones de CO2 del vehículo, un sistema que se ponían en marcha en 2008. El objetivo primordial era el de fomentar la adquisición de vehículos más eficientes, eximiendo de pagar impuesto alguno a aquellos automóviles por debajo de los 120 gramos de CO2 por kilómetro y de paso animar a los fabricantes a mejorar los consumos y reducir los “humos” de sus productos.
Se podría decir que en parte el objetivo se ha conseguido y hoy en día buena parte de los vehículos comercializados en España emiten menos de 120 gramos, algunos incluso menos de 100. Es por eso que el Ministerio de Industria se planteaba la posibilidad de endurecer el impuesto de matriculación y según el borrador al que tenía acceso el diario El País gravar a todos aquellos vehículos con unas emisiones de CO2 por encima de los 100 g/km.
Lógicamente el sector de la industria del motor española, con el presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (GANVAM) a la cabeza, no tardó en mostrar su rotundo rechazo ante esta medida recaudatoria que implicaría dejar fuera del primer tramo a casi el 97% de los coches que actualmente se ven exentos del impuesto de matriculación. Estaríamos hablando de un sobrecoste medio en torno a los 997.5€. En definitiva, un buen mazazo para un sector que tras la crisis intenta recuperarse a duras penas.
Tras filtrarse este borrador el Ministerio de Industria no tardó en lanzar un comunicado para desmentir que se haya propuesto alguna subida del actual impuesto de matriculación de los automóviles en el marco de la futura ley de eficiencia energética. La iniciativa legislativa estaría en estos momentos en fase de análisis y buscaría el apoyo del sector.
No me queda la menor duda de que el sistema actual del impuesto de matriculación habría quedado desfasado, por lo que habría que plantear nuevos métodos para incentivar la compra de vehículos más eficientes y analizar otros criterios más allá de las emisiones de dióxido de carbono, por ejemplo los óxidos de nitrógeno. La medida no sólo sería justa sino también coherente con el cumplimiento de las futuras normativas anticontaminación Euro 5 y Euro 6.
¿Sería justo eximir del impuesto de matriculación únicamente a los vehículos por debajo de los 100 g/km de CO2? ¿Sería contraproducente? ¿Qué soluciones se os ocurren al respecto?
Fuente: El País | Ministerio de Industria | Ion Comunicación
En Diariomotor: Impuesto de Matriculación y emisiones contaminantes, ¿es necesaria otra reforma? | Normativas anticontaminación Euro 5 / Euro 6 y el dióxido de carbono