Llevo varios días (casi dos semanas para ser exacto) siguiendo una curiosa iniciativa para traer de vuelta al Chevrolet El Camino que han montado en Jalopnik. Todo empezó con un inocente tweet de uno de los editores del blog de coches más esperpéntico (en el buen sentido de la palabra) que hay en Internet recomendando a sus followers que sugirieran la vuelta del Chevrolet El Camino a un directo de General Motors que acababa de unirse a la red social.
La respuesta de Joel Ewanick, nuevo jefe de operaciones de marketing en General Motors, no tardó en recoger el guante y quizá sin pensar en las posibles repercusiones, soltó un tweet peligroso cuando se juega con Jalopnik: “Bien, te necesitamos a ti y a 100.000 de tus mejores amigos” . Eso fue en respuesta a un usuario, @chevalanche, ante la petición de resucitar a un mito del automóvil americano.
El post en Jalopnik sigue subiendo de comentarios y hace tiempo que superaron los 4.000 comentarios, muy lejos todavía de la cifra que solicitaba Joel Ewanick. Por si fuera poco, incluso la propia Chevrolet ha habilitado una sección en su muro de Facebook dedicada exclusivamente a la vuelta del Chevrolet El Camino, con algunas imágenes clásicas y animando a los fans de esta peculiar pick-up a comentar para traerla de vuelta.
El problema es que todo esto es hype, una acción de marketing más, de esas que ya nos estamos acostubrando a ver con demasiada frecuencia en Internet, puesto que las intenciones de General Motors de traer de vuelta al Chevrolet El Camino no son más que un simple bluff. Ayer mismo lo anunciaba Joel Ewanick en su cuenta de Twitter, “Es muy poco probable que traigamos de vuelta al El Camino, menos aún la versión de GMC”.
Una respuesta contundente a la pregunta de otro follower que pedía también el regreso del GMC Caballero, primo hermano del Chevrolet El Camino y que se mantuvo casi tanto tiempo en el mercado como el Chevy pero con dos nombres diferentes, Sprint y Caballero, siendo el más conocido el segundo.
Las primeras generaciones del Chevrolet El Camino estaban montadas sobre la plataforma del Chevrolet Chevelle, mientras que las últimas generaciones se montaron sobre las primeras generaciones del Chevrolet Malibu. Traerlo de vuelta es complicado, ya que habría que adaptar demasiadas cosas para un segmento que en Estados Unidos está prácticamente muerto. Las pick-up tienen su mercado y son mucho más capaces que una pick-up derivada de un turismo.
Sin embargo, en Australia este segmento sigue vigente con modelos tan exóticos como el Ford Falcon o el Holden Commodore UTE. De hecho, poco antes de montarse este revuelto leí en Automotive News que en General Motors podrían estar pensando en importar sus Coupé Utility Vehicles australianos al mercado americano, remarcando los Holden como Chevrolet. De haber existido Pontiac, probablemente lo harían bajo esta marca.
Esto es debido a que las ventas de pick-ups de tamaño medio y grande están cayendo en Estados Unidos debido al aumento del precio de la gasolina, que alcanza cifras históricas, superando los 4 dólares por galón (unos 0,95 dólares el litro). Eso, para el mercado americano, es un pastizal y casi dobla los precios a los que están acostumbrados. No sería mala idea devolver los UTE’s al mercado americano viendo como está la situación. Otra cosa es que consiguiesen suficiente penetración como hacerlos rentables.
Lo que está claro y más que claro es que el Chevrolet El Camino no va a volver, por mucho que nos pese a muchos. Imaginar una pick-up con el frontal del nuevo Chevrolet Camaro SS y quemando ruedas en los drag strips como lo hacían antaño las versiones más deportivas es más que una utopía, a tenor de las declaraciones de este señor en Twitter. O todo es una estrategia de marketing bien orquestada y este señor es un genio, pero lo dudo mucho. Nos quedamos sin El Camino, seguro.
Fuente: AutoGuide.com
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