La guerra contra las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes, así como por el ahorro de combustible y energía, está en marcha. En este caso es UPS, una de las mayores empresas de transporte de paquetes (mueven más de 15 millones de envíos diarios), quien se interesa por la eficiencia de sus camiones de reparto. En este caso su objetivo es el de poner en dieta de adelgazamiento a su flota de camiones para así conseguir que consuman menos, una buena idea teniendo en cuenta que esta se compone actualmente de 92.734 vehículos de reparto.
UPS trabaja ya junto con Utilimaster e Isuzu en un camión de reparto construido con paneles de plástico y materiales compuestos que ahorre algo más de 450 kilogramos respecto a los vehículos actuales. Las primeras pruebas se están realizando ya con una serie de cinco prototipos apodados CV-23 que en breve iniciarán su trabajo de campo en alguna de las rutas más complicadas, en zonas desérticas de Arizona, el complicado invierno de Albany o las carreteras en mal estado de Lincoln.
UPS cuenta ya con más de 1.900 vehículos “eficientes” en su flota de vehículos. Aún así para esta empresa de transporte no es suficiente y requerirán de vehículos aún más ligeros capaces de enfrentarse a rutas mucho más largas y con mayor efectividad gracias a su mayor autonomía. Rutas largas en las que por razones obvias no podría emplearse un vehículo eléctrico, por ejemplo.
La mecánica por su parte sigue siendo la misma utilizada hasta el momento. Básicamente un motor diésel de cuatro cilindros y 150 CV de origen Isuzu, asociado a un cambio automático de seis velocidades. Gracias al ahorro de peso el consumo se reduciría hasta en un 40% y con ello los costes del transporte de paquete y las emisiones de gases contaminantes que conlleva a nuestra atmósfera.
Las diferencias estéticas entre uno de estos prototipos plastificados y uno de los camiones de reparto actuales no son demasiadas, más allá de la apariencia de los paneles o los parachoques de plástico. Por su diseño, la capacidad de carga se ha visto reducida de los 20.000 litros a unos 17.800 litros. Un inconveniente que no parece demasiado significativo dada todas las ventajas que representaría.
Por otra parte no fui capaz de encontrar alguna mención de UPS al respecto de la seguridad. Imaginamos que sus vehículos contarán con las correspondientes estructuras de protección pasiva para evitar la deformación en caso de vuelco, así como de estructuras rígidas de deformación controlada que absorban el impacto. Y por descontado airbags, control de estabilidad y demás sistemas…
Deducimos entonces que el empleo de plástico se habrá limitado básicamente a la “carcasa” que oculta los preciados envíos y las defensas. Por otro lado recordemos también que estas placas de plástico individuales también son más sencillas y económicas de reparar o sustituir en caso de daños.
¿Furgonetas y camiones de plástico? Me pregunto que será lo siguiente…
Fuente: UPS | GreenBiz.com
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