Recuerdo que comencé a escribir en Diariomotor hace ya más de tres años. La primera presentación a la que acudí fue la del Alfa Romeo MiTo, que tuvo lugar en los alrededores de Parma (Italia) en julio de 2008. Un momento pre-crisis, podría decirse tiempos felices. El evento consiguió dejarme prendado del utilitario de Alfa Romeo. Siempre me quedó la espinita clavada de no haberlo podido probarlo más a fondo. Tres años después, me he sacado la espina, probando durante una semana una interesante unidad.
Interesante, pues el más pequeño de Alfa ha evolucionado bastante a nivel mecánico desde su introducción al mercado en Otoño de 2008. Uno de los principales cambios ha sido el paso a motores MultiAir en la gama de gasolina. Nuestro Alfa Romeo Mi.To viene equipado con un interesante 1.4 Turbo Benzina MultiAir de 135 CV, que reemplaza al de 155 CV no-MultiAir, mejorando sus consumos y dejando las prestaciones al mismo nivel. No es todo, pues nuestra unidad monta el nuevo cambio TCT de doble embrague.
Es el primer Alfa Romeo en equipar esta caja desarrollada por el Grupo Fiat, que con toda seguridad terminará por extenderse a más vehículos del Grupo en un futuro próximo. Una de las novedades de esta caja de doble embrague y seis relaciones es que va asociada a un sistema Stop&Start. Por tanto, vamos a probar un Alfa Romeo Mi.To cargado de las últimas evoluciones tecnológicas, pero con el mismo carácter deportivo de siempre, como ya os puedo adelantar desde estas primeras líneas.
La unidad que recogimos en Madrid tenía casi 12.000 km a la hora de comenzar la prueba, y la devolvimos con unos 1.500 km adicionales. En cuanto a su acabado, era un Distinctive, el tope de gama en la saga Mi.To. Por posicionamiento, es un utilitario premium que lucha directamente contra ofertas como el Citroën DS3, el Mini Cooper o el Audi A1; del Fiat 500 está más alejado. Realmente, por dinamismo y prestaciones, lucha a caballo entre los Mini Cooper y los Mini Cooper S.
Será el último utilitario premium del mercado que nos falta por probar, curiosamente ya hemos completado en las pruebas de Diariomotor este interesante nicho de mercado. Caracterizado por un precio elevado, es un nicho de mercado en el que prima la exclusividad y la imagen, pero no es suficiente, son vehículos para un público exigente que quiere un toque de diferenciación y amplias posibilidades de personalización. ¿Convence el Alfa Romeo Mi.To a su posible público? Quédate con nostros para averiguarlo.
Una macchina con stile
En pleno baile de téasers y fotos espía en 2008 se llegó a decir que el Alfa Romeo Mi.To sería una especie de Alfa Romeo 8C Competizione en versión utilitario. Y parte de razón no les faltaba. Ya sea o no el diseño final de tu gusto, hay que reconocer que tiene un diseño trabajado y es posiblemente uno de los utilitarios más cuidados en este aspecto. Todos los rasgos de marca de Alfa Romeo se han trasladado a su diseño con mayor o menor acierto, pero están bien presentes en el Mi.To.
Por ejemplo, el frontal, con unas bonitas ópticas enmarcadas por aros cromados y el clásico biscione en posición central. Un detalle trasladado del “otto chi” es la forma del capó, con dos marcados nervios que emergen de la calandra. El paragolpes delantero es muy bajo, bastante más que el trasero. Un frontal muy redondeado que divide a la opinión da paso a un perfil lateral del que destacamos las preciosas puertas sin marco, al estilo coupé, que también podemos encontrar en los Mini de BMW.
Son puertas muy grandes, pero llama más la atención la forma de lágrima de la superficie acristalada o los cromados que subrayan su parte inferior, además de esas llantas de 17 pulgadas, uno de los posibles diseños oficiales. Y llegamos a la zaga, de la que no puedo más que deshacerme en halagos, especialmente por las ópticas, pequeñas, redondas y cromadas: puramente italianas. Una cola de escape cromada asoma bajo el paragolpes, aportando el toque final a este ejercicio italiano de stile.
Cabina spaziosa con un pizzico di spezie
Donde más tiempo pasaremos sentados en el Alfa Romeo MiTo es en su habitáculo. En un utilitario premium con un precio superior a alternativas generalistas exigimos unas calidades superiores. Me temo que el Audi A1 sigue llevándose de calle el galardón al mejor habitáculo del segmento, con el Mini y el Mi.To un trecho por detrás… y bastante igualados. Sería un habitáculo mejor si no abusase tanto del plástico duro, especialmente en la zona de las puertas, que es demasiado parecida a un Fiat Punto.
No obstante, la imitación en fibra de carbono sobre el salpicadero es muy bonita y tiene un gran tacto, al igual que el plástico satinado de la consola central. Hay ajustes mejorables en las molduras inferiores y las puertas, pero lo cierto es que da una buena sensación de solidez, cosa que no se puede decir en el Citroën DS3. El volante está forrado en un cuero muy agradable y los mandos del climatizador tienen muy buen ajuste. Sin embargo, le falta esa pizca extra premium.
Hablamos de tiradores metálicos, o mandos de tacto premium, que sólamente el Audi A1 tiene. Sin embargo, la instrumentación del Alfa Romeo Mi.To es la más bonita de su segmento: dos grandes relojes que dicen “Italia” desde muy lejos, y detalles importantes como decir “Benzina” o “Acqua” en los relojes de combustible y temperatura del refrigerante. Son estos detalles de estilo lo que se busca en un vehículo así, por lo que a pesar de ciertas carencias, el Alfa Romeo Mi.To cumple en dicho aspecto.
En cuanto a la habitabilidad. Me siento en el asiento, que es casi idéntico al que monta el Fiat Punto Evo Sport, pero con el logotipo de Alfa Romeo bordado en el respaldo. Es un asiento grande, de tejido fuerte y amplio. Tiene pétalos laterales marcados y posibilidad de regulación lumbar y en altura, además de un mullido duro que no daña la espalda en largos viajes. Tengo mucho espacio para la cabeza, para los codos un reposabrazos central y mi rodilla no va apoyada en la consola central.
El volante es regulable en profundidad y altura, con lo que finalmente tenemos con facilidad una buena postura de conducción. Un defecto es la unión entre la columna de dirección y el salpicadero, una tela plástica que coge mucho polvo y no es bonita estéticamente. En todo caso, se obtiene una postura de conducción baja, tan baja como en los Mini y verdaderamente deportiva, a diferencia de los utilitarios premium de Citroën y Audi, que están más orientados al día a día.
La consola central está dominada por la pantalla del sistema de infotainment, de unas 7 pulgadas. Desde los botones inferiores y laterales se accede a los diferentes modos disponibles, así como los controles de volumen. En la columna del volante se encuentra el mando del control de crucero, de cómodo accionamiento. En posición un poco baja está el climatizador, que obliga a apartar la vista de la carretera. Hay un hueco bajo la consola central donde dejar objetos pequeños como una cartera.
Está junto al selector del DNA, el sistema que algunos Alfa poseen para variar el comportamiento de motor, dirección y otros parámetros en tres diferentes posiciones. La palanca del cambio automático queda muy a mano. El conjunto de pedales es de aluminio, muy logrado. En el reposabrazos central hay un hueco para dejar el móvil o las llaves, más capaz que el de bajo la consola. La guantera es iluminada y refrigerada, y su tamaño es tirando a pequeña, pero aún capaz para ciertos objetos.
En las puertas hay huecos para botellas de medio litro, aunque el espacio disponible está sin forrar, con un piso de plástico duro. Finalmente, a la izquierda del volante hay un pequeño cajetín practicable, que me parece ideal para un pequeño paño, o quizá el dinero de las vueltas en los peajes.
I sedili posteriori
Los asientos traseros son sólo dos, nuestro Alfa Romeo Mi.To está homologado para sólo cuatro plazas pero puede encargarse con cinco plazas. El tapizado es idéntico al de los asientos delanteros y el mullido es duro. No hay demasiado espacio en las plazas traseras, pero sí más que en todos sus competidores, salvo el Citroën DS3, con el que está parejo en espacio. Mis rodillas van justas con el asiento en mi posición habitual, y mi cabeza va rozando el techo, pero no lo golpea. Mejor entonces no ponerse el pelo de punta.
El maletero
Muy pocos coches recuerdo con una boca de carga tan extremadamente alta, de casi un metro. Cargar objetos pesados puede ser molesto, y el salto entre borde de carga y el piso de carga es considerable. Sea como fuere, el volumen de carga está con 270 litros en la media del segmento y abatiendo el asiento – no se abate por partes – se pueden lograr más de 600 litros, sin un piso de carga plano. El Alfa Romeo Mi.To lleva rueda de repuesto de tipo galleta bajo el espacio destinado a la carga.
Próximamente más.
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