Que un coche se pase los últimos 32 años en el mismo concesionario donde fue enviado después de salir de la cadena de montaje no es algo que pase todos los días. De hecho, no diría que es imposible pero si improbable. ¿Nadie en el estado de Indiana estaba interesado en este precioso 1979 Pontiac Trans Am nuevo a estrenar? Pues parecer ser que no, que fue un incomprendido.
Porque esa es la historia de esta belleza. Desde que lo llevaron al concesionario Kitterman Motors allá por 1979 nadie se ha interesado por él o nadie ha podido pagar el precio que valía en la época. Está completamente nuevo, a estrenar, con sólo 6,7 millas en el odómetro, las justas para haberlos movido del camión al interior del concesionario y poco más. Incluso conserva las pegatinas de la época en las ventanas con el listado de equipamiento.
Las pegatinas con el listado de equipamiento e incluso las protecciones de plástico del interior, como si se hubiese querido mantener virgen para ese dueño que nunca llegó. Es más, las llaves de este 1979 Pontiac Trans Am aún siguen vírgenes después de todos esos años, puesto que no se han usado para mover el coche. Como dicen en el artículo de la subasta, *una verdadera cápsula del tiempo.
Pero es que además pertenece a una edición especial conmemorando el 10 aniversario de los Trans Am, que aparecieron en el mercado en 1969 como un kit de potenciación y mejoras en la suspensión y la dirección a un precio de unos 750 dólares de la época. Para esta edición especial se fabricaron solo 1.817 unidades y este Trans Am es una de ellas. O era excesivamente caro o no entiendo como ha aguantado tanto tiempo si encontrar comprador.
Las diferencias entre las unidades normales del Pontiac Firebird y esta 10th Anniversary Edition estaba en el color de la carrocería, un plateado exclusivo para esta edición y una nueva pegatina del Fénix en el capó, más grande que las habituales y que se extendía hasta la parte superior de las aletas delanteras. El interior iba a juego con el exterior y la tapicería, también exclusiva, era también de color plateado.
Por si fuera poco, está equipado con el motor Pontiac W72 V8 400 (6.554 cc), el más potente de aquel año con 200 CV y disponible únicamente en los Pontiac Firebird Trans Am y los Pontiac Firebird Formula. Estaba asociado a una caja de cambios manual de cuatro relaciones y contaba, entre otras cosas, con un carburador de cuatro cuerpos.
Ahora se va a subastar junto a toda la documentación original de la época, que incluye incluso la factura de la propia Pontiac al concesionario. Según anuncian en la subasta, está en perfecto estado porque pese a que no se ha movido en mucho tiempo, el mantenimiento necesario si que se le ha ido haciendo para no estropear ni el motor ni la caja de cambios. El motivo de la subasta es el cierre del concesionario, que hace esta historia aún más extraña. El concesionario que lo vendía ha tenido que cerrar para poder venderlo.
¿Alguien que me preste unos cuando “ahorrillos”? Prometo darle una vuelta las veces que quiera…
Fuente: Jalopnik
Más información: Beckort Auctions, LLC
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