Tarde calurosa y aburrida de viernes, momento ideal para darse un garbeo por Youtube y ver esas locuras al volante que no te explicas cómo pueden ocurrir. Hoy os mostramos un par de vídeos de muy diferente origen, pero ambos con un patrón común: los vehículos protagonistas acaban empotrados, uno en una casa y otro en un autobús. Y cuando digo empotrado, quiere decir empotrado hasta la médula.
El primer ejemplo queda bien demostrado en la imagen inicial. Es frecuente ver coches así (sobre todo en películas), pero lo realmente curioso de este caso es el motivo por el cual se llegó a una situación tan desagradable. El dueño del malogrado Opel Calibra, un holandés de 27 años, tuvo una seria discusión con sus padres y se fue de casa. Al día siguiente volvió, pero no para hacer las paces sino para descargar su rabia empotrando su vehículo contra la casa de sus padres. Tan increíble como lo lees.
Me resulta inexplicable que alguien haya llegado a tal nivel de enfado con sus progenitores como para destrozar de un plumazo su propio coche y la casa de sus padres. Viendo el vídeo anterior, uno se imagina que el personaje lo había meditado, puesto que lo hizo de tal forma que logró aterrizar en la casa justo a la altura de la ventana, probablemente a más de un metro de altura. Tiene pinta de haber utilizado incluso una rampa para catapultarse.
En este caso solo hay escenas del “después de“, pero a continuación tenemos un vídeo en el que se ve perfectamente el momento en el cual se empotra un vehículo. El ejemplo en cuestión tiene lugar en EEUU, en esas típicas exhibiciones chorra en las que se realizan locuras de todo tipo para euforia del público. El objetivo es saltar una serie de autobuses fuera de uso situados en posición vertical, pero los cálculos fueron fallidos:
Antes de que el coche llegue a la rampa, ya se percibe que la velocidad es inferior a la necesaria o que la altura es excesiva, hecho que se corrobora si nos fijamos en la endeble rampa utilizada. El resultado es descorazonador, un empotramiento limpio tal y como se puede ver en las imágenes posteriores. Al menos el conductor no ha sufrido daños graves, pero seguro que para la próxima vez se lo pensará mejor.
Fuente: CarScoop | Jalopnik
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