Este año es el 50 aniversario de un coche que habrá marcado la infancia de muchos de los de mi generación, el Renault 4, apodado cariñosamente como el 4 Latas. Tanto en su carrocería de furgoneta de reparto como en la de mini-monovolumen (siempre lo he visto así y no como un utilitario), este pequeño coche de Renault será siempre uno de esos clásicos del pueblo. De él guardo un buen recuerdo de mi infancia con mis primos y su característico “olor a Renault”. No preguntéis por qué, de pequeño te imaginas cosas y luego se quedan guardadas a fuego en la memoria.
Todo esto viene a cuento porque parece ser que este año nos vamos a hartar de ver transformaciones radicales sobre el pequeño Renault. Hace poco vimos como se preparaba el Renault 4L3000 para la Gumball 3000, con motor de Clio V6 incluido y hoy nos toca ver otra radicalización un tanto extrema, un verdadero drag racer basado en la furgoneta. El Renault 4 Bonneville Racer es poco menos que adorable, pese a la mala leche que destila en esta imagen.
Los artífices de este invento maquiavélico son cuatro ingenieros franceses que se hacen llamar “Triplets de Bonneville” y cuentan con el apoyo de la división de clásicos de Renault y Renault Sport. Ya que lo hacen para homenajear a un modelo mítico y verdaderamente longevo de tu marca, nada mejor que participar en el proyecto para que todo salga a la perfección en el intento de batir un nuevo record en la Bonneville Speed Week.
A partir del chasis y la carrocería de un Renault 4, estos ingenieros va a crear una especie de Franken-Renault usando piezas y partes de otros modelos igual de míticos de la marca. Por ejemplo, el motor proviene de un Renault 5 Turbo, cuya potencia es de 290 CV. La caja de cambios la hereda de un Renault 25 GTX, igual que los frenos delanteros, mientras que los traseros serán de un Renault Clio, del que no especifican modelo pero que probablemente sea de Renault Sport.
La coletilla “más rápido del mundo” creo que se le presupone desde el preciso momento en que se sabe que sus creadores esperan que alcance los 280 km/h… ¿Un clásico con 50 años de vida a sus espaldas rodando a casi 300 km/h por el desierto de Bonneville? No es algo extraño en los desiertos de sal del norte del estado de Utah, allí hay mucho clásico americano que puede hacer eso. Lo raro será ver un Renault de esta guisa. Y por muy raro que sea, a mi me encantaría verlo. Y conducirlo con un buen seguro de vida…
Fuente: Carscoop
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