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A uno de cada tres conductores europeos le cuesta lo suyo aparcar

A veces hay cosas que nos dan la impresión de que no tienen demasiada complicación, pero en realidad pueden convertirse casi en un arte. No estoy seguro de que aparcar sea uno de estos casos, pero tiene su miga. ¿Cómo es posible que algo que consiste en medir bien espacios, colocarnos correctamente y unos cuantos giros de volante con el coche casi parado sea en ocasiones tan difícil? Seguro que todos lo hemos sufrido en alguna ocasión, y si no, no tenéis más que prestar atención en una céntrica calle de cualquier ciudad y os daréis cuenta de esto que digo. De hecho, y aunque suene algo exagerado, para algunos, aparcar en línea supone un pequeño momento de ansiedad con el que están deseando no tener que encontrarse a lo largo del día.

Precisamente de este tema se hace eco un estudio encargado por Ford, en el que se afirma que uno de cada tres conductores europeos no es capaz de aparcar en una única maniobra, teniendo que realizar varios intentos para culminar con éxito un aparcamiento en línea. Son datos extraídos a partir de encuestas realizadas en seis países europeos (Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, España y Rusia), con 1.000 encuestados por país. No seré yo quien ponga en duda la validez científica del informe a partir de una muestra relativamente pequeña, pero subjetivamente aún diría que si el dato fuese más elevado, tampoco me extrañaría lo más mínimo.

Al menos, seguro que muchos coincidiréis conmigo en una cosa: en el tema del aparcamiento, cuando crees que todo está visto siempre hay alguien que se supera. En varias ocasiones he visto a conductores de berlinas relativamente grandes, rondando los cinco metros, intentando aparcar en espacios que superarían por poco los cuatro metros. Sí, sabemos que encontrar una plaza de aparcamiento a ciertas horas, en ciertas calles y en ciertas ciudades puede parecer como un oasis en el desierto, pero es cuestión de tamaños: en cuatro metros, no intentes aparcar con un buen barco.

Lo curioso es que alguno de ellos, a base de aparcar al toque hacia delante y detrás con cien maniobras (y cien recaditos en los paragolpes de los vehículos anterior y posterior), y dejar medio morro del vehículo fuera de la plaza, se salía con la suya. También está el que, con un pequeño utilitario de menos de cuatro metros, no es capaz de aparcar en un espacio de diez metros sin tener que tocar con el coche de atrás en al menos una ocasión, pero supongo que no todos somos tan habilidosos o cuidadosos con los bienes propios o ajenos.

Aparcando con el Active Park Assist del Ford focus

En fin, dejando de lado las divagaciones y volviendo al estudio que nos ocupa, en él se afirma que aparcar es uno de los momentos que más ansiedad crea entre muchos conductores, sobre todo cuando la maniobra no sale a la primera y tenemos a otros conductores detrás con poca paciencia. Claro está, hay momentos y momentos: algo que recuerdo como poco agradable es cuando estás siendo examinado en el examen práctico para obtener el carnet de conducir y toca el fatídico momento de aparcar, porque sabes que te la estás jugando y hay que clavar la maniobra.

El estudio nos deja alguna que otra perla que conviene comentar, como que de los conductores españoles encuestados sólo un 30% necesita más de una maniobra, por debajo de la media europea reflejada en el informe. Así somos los españoles en las encuestas, para qué negarlo: mentimos más que hablamos, y casi siempre a nuestro favor. También nos deja con algo de machismo ancestral, que por lo que se ve sigue muy presente en algunos subconscientes: un 62% de los conductores encuestados creen que los hombres aparcan mejor que las mujeres, y sólo un 4% afirma que son las mujeres las que mejor aparcan. Sé que es un tópico muy arraigado, pero a estas alturas, ¿de verdad alguien piensa que aparcar mejor depende únicamente de que seas hombre o mujer?

Y la última perla del estudio afirma que “los conductores más jóvenes sienten tanto estrés al aparcar como en las compras navideñas, y el doble de estrés que en una visita de los suegros o al conducir por una autopista“. No digo que no haya algo de verdad en ello, aunque el dato (sobre todo dicho de esta forma) pueda parecer extraído del mejor monólogo del Club de la Comedia. ¿Qué se puede hacer para evitar tanto problema al aparcar? Lo dicho: paciencia y no agobiarse con la maniobra y sobre todo mucha práctica, que suele ser la cura de todos los males.

¿Cuál es la finalidad última de este estudio? Probablemente, intentar vendernos la moto de estos nuevos sistemas de ayuda al aparcamiento, que automatizan la maniobra: si sois como esa tercera parte que figura en este informe y queréis ahorraros dolores de cabeza, o bien queréis que vuestro coche cuente con los últimos gadgets tecnológicos, no dejéis de considerarlos, porque obviamente son una ayuda efectiva y funcionan muy bien, pero al menos os animo a que penséis durante unos segundos si de verdad son imprescindibles…

Fuente: Ford
En Diariomotor: Prueba del nuevo Ford Focus, así funciona el Active Park Assist

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Fran López

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