Como si de un anuncio de broma se tratase ha ardido un Lamborghini Gallardo en el drive-through de un McDonalds en Oslo, Noruega. De hecho, lo primero que me ha venido a la cabeza al leer la noticia ha sido la coletilla que sale al final del anuncio, el ¡para pa pa pa!… Vale, es un chiste malo, pero quitando que el pobre Lamborghini ha quedado carbonizado tiene su gracia ir al McDonalds con un superdeportivo a recoger las hamburguesas por la ventanilla.
Pero quizá lo peor es que quien conducía el coche, un rapero noruego llamado Tshawe Baqwa (nombre sacado de Star Wars por lo menos), perteneciente al grupo Madcon, no era el dueño del coche. El Lamborghini Gallardo está a nombre de la empresa JBU Grimstad AS, perteneciente a John B. Ugland, el propietario de una naviera y con suficiente dinero como para comprarse otro Gallardo sin despeinarse.
No se sabe muy bien cómo empezó el fuego. Algunos especulan con la posibilidad de que el coche decidiese inmolarse antes de dejarse ver por el McDonalds, pero aun se investigan las causas del incendio. Éste se extendió al edificio, causando algunos daños materiales, pero afortunadamente ni el rapero ni la gente que se encontraba dentro del edificio sufrió daño alguno. De todas formas no es el único caso de incendios espontáneos. El caso más reciente lo tenemos con el Ferrari 458 Italia, del que ardieron no pocas unidades antes de que enmendaran el fallo.
Probablemente el señor Ugland se lo piense mejor antes de dejarle otro coche a Baqwa, aunque la verdad, si el incendio fue fortuito el pobre no tiene culpa de nada, mientras que aquí en España ya sabemos cómo se las gastan algunos famosos con superdeportivos al volante.
Fuente: WorldCarFans
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