Poco a poco se sigue desgranando el futuro de Saab, con menos nubarrones que la última vez que hablamos sobre el tema. El pasado 28 de junio se anunció la venta de Saab Property, una filial creada por la propia marca sueca para aglutinar todas sus propiedades bajo un mismo nombre. Un consorcio sueco de inversores ha adquirido el 50,1% del accionariado de esta empresa por un valor de 28 millones de euros.
A su vez, Saab Automobile (la empresa matriz) se ha comprometido a arrendar durante 15 años esas propiedades, condición indispensable para poder continuar con su actividad comercial. Este movimiento provoca más liquidez inmediata a la marca, aunque lo más importante es el cierre del acuerdo definitivo con Youngman que anunciamos hace días: ahora es un acuerdo vinculante, con lo cual los términos expresados se llevarán a cabo. Esto provocará una notable inyección de dinero que permitirá el desarrollo de tres nuevos modelos, tal y como la propia Saab ha confirmado.
Resulta difícil encontrar en la industria automovilística tal nivel de detalle, pero la marca sueca ha confirmado con pelos y señales sus intenciones. La joint venture que comentamos en el artículo citado antes utilizará los 245 millones aportados por las diferentes partes para poner en marcha el desarrollo de tres nuevos modelos, que ya han bautizado como Saab 9-1, Saab 9-6X y Saab 9-7. Del único que teníamos constancia hasta ahora era del 9-1, aunque aseguran que hasta ahora no estaba incluido en los planes de futuro de la marca.
Como ya se ha comentado en más de una ocasión, el Saab 9-1 será el compacto premium de la marca sueca, que vendrá a competir con modelos como el Volvo C30, el Audi A3 o el BMW Serie 1. La descripción que dan es que “será un modelo atractivo para los conductores urbanos de todo el mundo”. Así pues, la firma intentará por fin asaltar el competido segmento de los compactos, una categoría que lleva muchos años siendo el principal puntero en Europa, de ahí que su ausencia fuera prácticamente injustificable.
Acerca de los 9-6X y 9-7, los datos son más escasos, si bien han dicho que serán dos modelos enfocados hacia el mercado chino y el estadounidense. Teniendo en cuenta el nombre, el 9-6X probablemente sea un SUV de gran tamaño que sea una especie de heredero espiritual del malogrado Saab 9-7. Y el “nuevo” Saab 9-7 será una berlina grande situada aún por encima del Saab 9-5. No obstante, esto tan sólo son elucubraciones personales por lo que puede que los modelos definitivos no sean así.
En todo caso, el futuro de Saab ya parece algo más despejado, aunque ya no hay quien se fíe de lo que ocurra. No han anunciado en qué fechas se lanzará este trío de modelos, pero al parecer apenas se ha iniciado su desarrollo por lo que aún quedan al menos un par de años para verlos por las carreteras.
Fuente: Saab
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