Para Cadillac, la última década ha sido una auténtica carrera para mantenerse como el fabricante de lujo que ha sido a lo largo de más de cien años sin olvidarse de ser competitivos en la industria del Siglo XXI. Para conseguir el objetivo General Motors se propuso renovar la estética y la tecnología de sus vehículos y aprovechar plataformas del grupo para iniciar su expansión en otros mercados como Europa o China.
Por el camino quedaron algunos prototipos que han servido para definir las líneas de modelos recientes como el CTS o el STS. Prototipos, sin ir más lejos, como el Cadillac Sixteen presentado en 2003. Se podría definir muy rápidamente como una obra de arte por su estética, innovador por la tecnología de su chasis y brutal pero relativamente eficiente gracias a su descomunal motor de 16 cilindros en uve del que hablaremos a continuación.
Se trataba de una estilizada berlina de cuatro puertas y dimensiones descomunales, alrededor de seis metros y más de dos toneladas y media. Su estética era rompedora con un capó extremadamente largo, su baja estatura, los grupos ópticos alargados, su gigantesca parrilla frontal o el sistema de apertura del capó en dos alas. El chasis se basó en una estructura de aluminio con un tubo central que alojaba transmisión y escape, así como servía de nexo para las estructuras de carrocería, techo, soportes de suspensión…
Lo más impresionante era no obstante su motor. Un 16 cilindros en uve de 13.600 cm3, 1.013 CV de potencia y 1.356 Nm de par máximo, no entraría en los planes de ninguna marca (salvo Bugatti y pocos más) por razones obvias: costes, consumos, emisiones, peso… Pero sorprendentemente Cadillac consiguió ya en 2003 una mecánica que podía homologar poco más de 14 litros/100 km, un consumo similar al de las berlinas que fabricaban por aquella época.
Su eficiencia se debía entre otras cosas al diseño modular de la mecánica que permitía un funcionamiento en cuatro cilindros en plenos cruceros tranquilos por carretera, emplear ocho cilindros cuando se requiriera más potencia (por ejemplo, un adelantamiento) y aprovechar los dieciséis cilindros para desbocar nuestros impulsos más primarios con el acelerador.
Su mecánica estaba formada por cilindros con dos válvulas y 850 cm3 cada uno. Por lo tanto circulando en cuatro cilindros la cilindrada efectiva total era de tan sólo 3.400 cm3. Sus creadores demostraron que en un viaje entre Detroit y California sería capaz de viajar un 65% del tiempo en ocho cilindros, un 30% del tiempo en cuatro cilindros y tan sólo un 5% en dieciséis cilindros.
Por cierto. Ya en 1930 Cadillac se convertía en el primer fabricante que desarrolló un motor de 16 cilindros e inició su producción masiva. Se basaba en dos motores V8 unidos y su destinatario fue el Cadillac Fleetwood.
Fuente: km77 | Wikipedia
En Diariomotor: Cadillac Cien Concept | Cadillac Converj