Si vamos a un concesionario de Porsche y les pedimos que nos den su modelo más extremo pero homologado para carretera, nos podrán un Porsche 911 GT3 RS, siempre que podamos pagar los aproximadamente 200.000 euros que cuesta en España.
Este fin de semana asistimos en el circuito de Estoril al evento Michelin Pilot Performance Days, la demostración de la gama de neumáticos deportivos de Michelin. Lo que iba a ser una tranquila presentación de neumáticos se convirtió en una orgía de caballos. Y empezamos por uno de los platos fuertes, el modelo más deportivo de Porsche.
Porsche 911 GT3 RS: ¿coche de calle o de circuito?
Quizás por fuera pueda parecer un coche de calle, pero una vez nos subimos a él tenemos claro que se aproxima más a un coche de competición. Primero, por las barras de protección que ocupan el espacio de las plazas traseras. Me imagino la situación, conoces a alguien y te ofreces a llevarlo en tu coche. ¿Qué cara se le queda al ver esas barras detrás? Quizás la explicación de son necesarias en caso de empezar a dar vueltas de campana no tranquilice a tu invitado.
Una vez dentro toca cerrar la puerta, para lo cual tenemos una cinta de tela roja a modo de tirador, la cual también sirve para abrir. No resulta excesivamente cómodo, pero la comodidad no es una de las bazas del Porsche 911 GT3 RS. De hecho, el cierre de la puerta no es nada comparado con la ausencia de aire acondicionado, especialmente si estamos en un circuito en el sur de Portugal en pleno mes de julio.
Los baquets pueden resultar también algo incómodos a la hora de subirse al coche, debido a la gran protección lateral que tienen (de hecho el cinturón va por debajo de esta protección). Sin embargo una vez que estamos sentados nos agarran perfectamente y no resultan incómodos. O al menos yo estaba demasiado emocionado como para notar la falta de confort en ellos.
El volante está forrado en piel vuelta, lo que proporciona un agarre muy bueno incluso sin guantes. No tiene mandos, sólo airbag y una marca amarilla que nos indica en qué posición está centrado (por si perdemos el norte) Esa misma piel vuelta (Alcantara) también es el material en el que están forrados los paneles de las puertas, la parte baja del salpicadero.
Es una curiosa mezcla de deportividad con toques de lujo, con pequeñas concesiones al confort siempre que éste no reste deportividad. Por ejemplo, la presencia del navegador o los indicadores como el 911 sí están permitidos. Eso sí, con un color rojo de fondo que nos recuerda que estamos ante una buena bestia.
Ficha técnica: motor 3.8 de seis cilindros y 450 CV
Antes de ver la prueba dinámica, veamos a lo que nos enfrentamos. El Porsche 911 GT3 RS tiene un motor 3.8 de seis cilindros y 450 CV, que se alcanzan a las 7.900 rpm. Por supuesto, cambio manual de seis velocidades y tracción trasera. Existe una edición más potente, presentada este mismo año, se trata del Porsche 911 GT3 RS 4.0, cuya potencia se eleva hasta los 500 CV.
Pesa 1.370 kg, acelera de 0 a 100 km/h en 4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 310 km/h (creo que mi pico durante la prueba no superó los 220 km/h en la recta). Monta neumáticos 245/35 ZR 19 delante y 325/30 ZR 19 detrás, en este caso Michelin Pilot Sport +. Para ponernos en situación, este es el vídeo oficial de Porsche en el que se pueden comprobar las bondades del GT3 RS:
En circuito con el Porsche 911 GT3 RS
No penséis que a la hora de subirme al 911 GT3 RS lo hacía en frío. Pocos minutos antes había disfrutado de varios Audi R8 y varios Porsche 911 GTS con diversas configuraciones de neumáticos. Irónicamente se quedaba en “utilitarios” comparados con la gran bestia. No obstante, de todos ellos hablaremos en Diariomotor.
Tampoco pilotaba sólo este GT3 RS. Tenía una instructora de lujo, nada menos que Marlène Broggi, piloto de la Super Copa Seat Leon en Francia. Siento la envidia del resto de participantes, ya que me tocó la única chica instructora.
El objetivo de la prueba era comprobar el rendimiento de los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup +. Se trata de los neumáticos más deportivos de Michelin homologados para carretera (más allá, lo siguiente son slicks, como veremos).
Ponemos el motor en marcha y el estruendo es considerable. Sólo durante unos segundos, ya que después nuestro cerebro centra toda su atención en conducir. Podríamos llevar a Georgie Dann en el equipo de audio a todo volumen, no me hubiese enterado.
Lo primero que noto es que la dirección es dura y directa, utilizándolo como coche en el día a día no es necesario pasarse por el gimnasio. El cambio de marchas, manual de seis velocidades, es también bastante duro. Exactamente lo que nos esperamos en un coche así.
Ojalá todos los adelantamientos fuesen con un GT3 RS
Salimos del pit lane, limitado a 60 km/h debido a una curva bastante cerrada al final de los boxes. Después de haber conducido varios 911 GTS, y a pesar de que el RS no le saca demasiada potencia (408 CV vs 450 CV), sí es cierto que la sensación es totalmente distinta.
Desde la línea de boxes vemos más adelante a otro GTS de otro participante, bastante adelantado. Marlène pide por el walkie paso al coche de delante, viendo que no iba a tardar ni la primera curva en alcanzarlo.
No soy un piloto experto, de hecho me considero malo trazando curvas. Las trazo rápido, pero mal, sin aprovechar todo el ancho de la pista. Aún así pude adelantar a unos cuantos coches durante la jornada, y puedo decir que nadie me adelantó a mí exceptuando los pilotos profesionales con coches de competición.
Pero de todos esos adelantamientos (aunque fuesen de mentira, no era una competición), y de todos los adelantamientos que he hecho en mi vida, la sensación de potencia del Porsche 911 GT3 RS es con diferencia la más grande que he visto nunca. En ese momento el circuito se me quedaba pequeño y hubiese preferido una pista de aeropuerto para dar rienda suelta al GT3. Obviamente si se me queda pequeño el circuito es porque no soy un piloto profesional, no por lo contrario.
De su conducción puedo destacar la progresividad que permite, posiblemente por tener cambio manual (podemos jugar mejor con él) y por el pedal del acelerador, algo que era de agradecer en Porsche y resultaba más complicado con los Audi R8.
En cuanto al agarre de los neumáticos Pilot Sport Cup + la percepción es positiva al igual que el resto del coche, aunque la valoración llegará con la prueba de los GTS, por el sencillo motivo de que no pude buscar los límites del GT3 RS en la pista. Al contrario, fue él el que encontró los míos. Encantado de conocerte, y espero que nos volvamos a ver.
En Diariomotor: Porsche 911 GT3 RS 4.0, Porsche 911 GT3 RS 2010