Desde que estalló el caso Pedalgate de Toyota, se ha aumentado el ritmo de llamadas a revisión por parte de los principales fabricantes, con el fin de cubrirse las espaldas ante cualquier mínimo problema que detecten sus coches. Generalmente pasan por el taller lotes enteros de vehículos sin ningún tipo de distinción, pero al parecer General Motors realizó una excepción hace unos años.
En 2008, el gigante estadounidense llamó a revisión a centenares de Chevrolet Impala de policía debido a un problema de desgaste prematuro de los neumáticos. Hasta aquí nada extraño, pero el problema surgió cuando otros Impalas destinados a usos civiles (es decir, a ventas a particulares) registraron el mismo problema. Una dueña de una de esas unidades ha decidido recientemente denunciar a General Motors por no haber revisado los Impala civiles junto con los policiales.
Esta persona, que adquirió el vehículo en febrero de 2008, acudió al concesionario debido a que apreció un enorme desgaste en los neumáticos cuando ni siquiera había rodado 10.000 km. El concesionario reajustó la alineación y sustituyó los neumáticos afectados sin ningún sobrecoste para la dueña, pero no la informó de que el problema real era una mala factura del eje completo. 29.000 km después, esta mujer tuvo que volver a reemplazar los mismos neumáticos.
Después de investigar el por qué de esta razón, descubrió que General Motors había llamado a revisión a los Chevrolet Impala de policía pero ninguna unidad civil fue alertada por ello. Por esta razón, la mujer emprendió acciones legales contra la empresa ya que considera inadmisible que no llamara a revisión a todas las unidades fabricadas. Para ello, cuenta con otros 16 ejemplos similares de particulares que sufrieron desgastes prematuros similares. Además, se estima que unas 400.000 unidades del Impala podrían estar afectadas por este defecto.
Por el momento el proceso está abierta, y los portavoces de General Motors han descartado hacer declaraciones al respecto. A partir de ahora vendrá todo el entramado judicial que se pone en juego en estos casos; está por ver qué pruebas aportarán ambas partes para intentar que su versión de los hechos sea la “justa”.
Fuente: Autoweek
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