Probablemente ningún otro preparador pueda presumir de disputar el prestigio y la reputación a la marca cuyos vehículos se encarga de poner a punto. Pero RUF es una excepción. Desde que en los años 60 se introdujesen en el negocio de la restauración y reparación de vehículos Porsche para más tarde iniciar sus preparaciones completas, han conseguido avanzar hasta el límite de que hoy son capaces de desarrollar sus propias máquinas con el punto de mira, por supuesto, siempre puesto en la casa de Stuttgart.
En 2007 nos presentaban el flamante RUF CTR 3, una de sus máquinas más espectaculares y radicales, un superdeportivo al más alto nivel, con prestaciones de escándalo y algo más que inspiración Porsche. De hecho el corazón de este bólido de motor trasero-central no puede ser otro que un bóxer de seis cilindros de 3.8 litros, turboalimentado por partida doble y con sendos intercooler frente a cada rueda del eje trasero, ventilados convenientemente a través de los pontones laterales.
De esta guisa se presenta, ahora actualizado, y con nada más y nada menos que 750 CV a 7.100 rpm (50 CV más que el RUF CTR3 de 2007) y un par máximo de 960 Nm a 4.000 rpm. No sólo por estética, sino también por sus prestaciones, se podría batir con el añorado Porsche Carrera GT o considerarse algo así como su flamante sucesor, de techo fijo, eso sí. El 0 a 100 km/h se lo merienda en 3.2 segundos y 0 a 200 km/h en 9.6 segundos. Su velocidad punta son 380 km/h. Palabras mayores…
El motor del RUF CTR 3 está asociado a un cambio secuencial de seis velocidades situado en posición transversal. Toda la potencia va directamente al eje trasero y evidentemente no podía faltar un diferencial de deslizamiento limitado. Además de eso, suspensiones deportivas con MacPherson delante y barra estabilizadora y un equipo de frenos de 6 pistones con discos de 380 milímetros de diámetro fabricados en compuesto cerámico.
Su carrocería ha sido completamente diseñada por RUF inspirándose en Porsche, eso sí, pero más allá de algunas piezas y los grupos de pilotos traseros, todo el resto es diseño propio de RUF. En todo momento tuvieron en cuenta la idea de construir un superdeportivo de calle pero pensado y construido para los circuitos, como bien muestra su gigantesco capó trasero, sus llantas de aleación de 19” delante y 20” detrás con tuerca central o su jaula de seguridad antivuelco de serie.
La construcción del chasis modular en acero galvanizado y el empleo de aluminio y kevlar en la carrocería, permiten entre otras cosas mantener el peso del RUF CTR 3 a raya, en unos escasos 1.400 kilogramos. Su diseño además se realizó para optimizar la aerodinámica y permitirle alcanzar velocidades reservadas sólo para los mejores. Y es que a 380 km/h no llega cualquiera…
Fuente: RUF | Worldcarfans
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