Recientemente os anunciábamos el relevo de Luc Donckerwolke en la dirección de diseño de Seat. Pero mucho antes incluso de que el belga perfilase el devenir del estilo de la marca española en los últimos años, Walter da Silva se encargaba de materializar sus ideas en modelos como la última generación del Seat León, o en el prototipo del que precisamente os vamos a hablar hoy.
En 1999 llegaba Walter da Silva a Seat con el objetivo de protagonizar el giro estético hacia lo juvenil y lo deportivo que acompañase a la nueva estrategia comercial Autoemoción. Y así lo demostró con prototipos como el Seat Salsa, que sería uno de sus primeros trabajos en la casa de Martorell. En definitiva es un compacto de tres puertas, musculoso y atrevido que no sólo perfilaba las líneas de un hipotético Seat León SC de tres puertas que jamás existió, sino que sería la base de la segunda generación de Seat León estrenada en 2005.
La primera iteración del Seat Salsa se presentó en el Salón de Ginebra de 2000. Se trataba de un compacto de caracter muy deportivo acompañado por un motor DOHC V6 de 24 válvulas, 2.8 litros y 250 CV, que estaba asociado a un avanzado cambio Tiptronic de 5 velocidades. Sus dimensiones eran similares a las de un Seat León de primera generación, que por aquel entonces estaba en plena comercialización.
Tan sólo seis meses después se presentaría incluso una versión de estilo SUV, denominada Seat Salsa Emoción, algo así como el predecesor del Seat Altea Freetrack. Por el camino tendrían incluso ocasión de remodelar en más de una ocasión el prototipo inicial de Seat Salsa para mejorar su comportamiento y convertirlo no sólo en un prototipo, sino en un automóvil más y completamente funcional.
El Seat Salsa se definió como el Multidriving, como en compacto práctico y a la vez apasionante gracias a su mecánica. Para ello se dispuso de tres modos de conducción denominados Sport, Comfort y City que no sólo cambiaban el comportamiento de la mecánica y la caja de cambios automática, sino que también adecuaban parámetros como la posición de conducción, la iluminación interior o el formato del cuadro de mandos al tipo de conducción que se fuera a realizar.
Salta a la vista que son muchos los detalles que saltaron del prototipo Seat Salsa al definitivo Seat León II que se presentaría cinco años después. Aún así de momento Seat sigue sin plantearse la posibilidad de lanzar un Seat León de tres puertas que podría ampliar aún más el abanico de clientes de que ya dispone su popular compacto.
Fuente: Seat | km77
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