Aún recuerdo perfectamente cuando Mercedes lanzó hace ya 10 años la actual generación del Mercedes SL, fusionando coupé y descapotable en un único coche con techo duro retráctil. Su imponente imagen, una evolución del diseño de Mercedes de años anteriores (faros delanteros redondeados, ópticas traseras con formas rectas…) hizo que fuera durante mucho tiempo uno de mis deportivos preferidos. Sin embargo, una década es excesiva para un coche, a pesar de que en 2008 recibió un lavado de cara importante.
Diez años son demasiados para la mayoría de los coches comerciales, de ahí que la decadencia del Mercedes SL sea palpable. Ya no es tan fácil como antes encontrarse una unidad nueva recién matriculada, y a esto se une el hecho de que la firma de la estrella ya haya comenzado a meter la tijera a la gama. La primera versión afectada es la más potente y extrema de las que estaban a la venta hasta ahora: el Mercedes SL 65 AMG. Recientemente se ha sabido que ya ha finalizado su producción.
La principal característica de este coche es el espectacular motor V12 de seis litros que se encontraba bajo su capó delantero. Equipado con un par de turbocompresores, generaba una potencia de 612 CV y un brutal par motor máximo de 1.000 Nm. Para transmitir la fuerza a las ruedas traseras, se utilizaba una caja de cambios automática de cinco velocidades, que precisamente fue lo más criticado del modelo. Otra de las lacras de esta variante fue su elevado peso, un total de 2.120 kg que lo hacía terroríficamente pesado, lo cual se reflejaba en su comportamiento.
Este modelo también quedará para la historia por ser el germen del bestial Mercedes SL 65 AMG Black Series. Se trataba de una variante potenciada y aligerada del propio SL 65 AMG, cuyo motor fue afinado hasta entregar 670 CV de potencia. Gracias a una reducción de peso de 250 kg, debidos sobre todo a la sustitución del techo retráctil por un techo fijo, se conseguía una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y una velocidad máxima de 320 km/h. 1.870 kg aún seguían siendo una cifra elevada, pero se compensaba por la sobrenatural fuerza de su propulsor.
Según la fuente, la variante SL 600 tampoco se encuentra a la venta por lo que el Mercedes SL se ha quedado huérfano de motores V12. Hace ya varios años que se especula con que Mercedes hará desaparecer definitivamente esta configuración de motor de su catálogo, que ha sido una constante desde hace décadas. Actualmente, aún podemos encontrarnos motores V12 en el Mercedes Clase S y el Mercedes CL, pero nadie sabe si la próxima generación de estos modelos tendrán V12.
No hay mal que por bien no venga, y es que la desaparición del SL 65 AMG pone más a tiro la finalización de la producción del SL para dejar paso a una nueva generación. Aún no se sabe absolutamente nada de cómo será, pero seguramente en menos de dos años ya sea desvelada. Probablemente no haya sorpresas al respecto, será un biplaza descapotable de techo retráctil con una estética inspirada en la del Mercedes SLS o el Mercedes SLK.
Fuente: Motor Authority
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