A todos nos ha pasado alguna vez. Vamos a cenar a un restaurante y dejamos el coche aparcado en la calle, aunque duerma siempre en garaje y más mimado que un niño pequeño. Al ir a recoger el coche algún gracioso nos ha dejado un recuerdo en forma de roce, abolladura o en casos más fuertes pilotos rotos. La frustración es aún mayor al descubrir que esa persona no suele dejar una nota en el parabrisas, y nuestro coche queda marcado, con la reparación corriendo de nuestra cuenta.
Victor Lortz entiende este sentimiento. Este ingeniero de Intel ha desarrollado un sistema que podrá ayudar a descubrir quién nos ha hecho el estropicio en el coche, recuperar su matrícula y hacer que pague la reparación. El concepto parece tan sencillo que no sé como a nadie se le ha ocurrido antes. De manera somera, hay que adaptar los sensores de impacto del coche a responder ante golpes mucho más leves. Cuando alguien golpee nuestro coche, el sistema se activa, y una cámara situada en el salpicadero comienza a grabar.
Esta cámara capta imágenes en vídeo del “sospechoso” escapando y a través de un pequeño netbook con procesador Intel Atom – he aquí la intervención de Intel, ya tardaba en salir – las almacena y si está dotado con un módem 3G, podría incluso mandar un streaming en directo a nuestro smartphone. Es decir, podríamos ver en directo si el conductor – o ese carrito de la compra – nos sigue causando daño, o en el caso de que abandone la escena del crimen, registrar su matrícula y tener argumentos de peso ante el seguro.
El sistema se ha probado en un Infiniti EX35, integrando la aplicación con un iPhone 4. Lotz admite que el sistema funciona, pero que una comercialización del mismo requeriría una mejor puesta a punto y una mayor integración con teléfonos de todo tipo. También plantea problemas la cuestión de la privacidad, aunque el ingeniero cree que con una correcta encriptación de software no debería haber problemas al respecto. La tecnología está en pañales, pero parece muy efectiva y tiene un tremendo potencial.
Incluso podría usarse por parte de los fabricantes para vigilar la fiabilidad de sus máquinas y por parte de las aseguradoras para dirimir culpabilidades en caso de accidente. Buscando los tres pies al gato, abriría también una puerta a un mayor control de las personas por parte de terceras organizaciones, pero prefiero pensar que en primer lugar servirá para que las personas que aparquen al toque vayan pensando en cambiar sus hábitos.
Fuente: Autopia
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