A falta de pan buenas son tortas. Y si aún no podemos contemplar en la calle la esperada versión deportiva del Audi Q3 dotada del 2.5 Turbo, el motor que más guerra está dando en los vehículos compactos picantes de los de Ingolstadt, podemos conformarnos con el trabajo de ABT Sportsline para hacer de este pequeño SUV algo más que un utilitario grande para llevar los niños al colegio.
Lo primero y más importante en el Audi Q3 de ABT es la cirugía estética que le han aplicado. Empezando por el frontal, cuya parrilla ha recibido un nuevo marco cromado y cuyas defensas han radicalizado sus formas recibiendo unas entradas de aire inferiores más propias de un Audi R8 que de este SUV tuneado. La carrocería también ha sido rebajada, en la trasera se ha perfilado un nuevo difusor con dos salidas de escape a cada lado y se ha dispuesto de la oferta de llantas de ABT de hasta 20”.
Ahora bien, una estética tan radical no es nada sino le acompañamos con algunas mejoras mecánicas que le den vidilla al Audi Q3. Por supuesto que no han ido tan lejos como para transplantar el 2.5 TFSI del Audi RS3, ni mucho menos, pero sí lo suficiente como para mejorar las prestaciones de la gama de motores aunque sin llegar a la desproporción de los más de 300 CV que homologaría el motor de 2.5 litros turboalimentado.
La mecánica más potente seguirán siendo los 2.0 TSI, esta vez con dos niveles de 250 CV (+39 CV) y 210 CV (+40 CV), sobre los ya conocidos de 211 CV y 170 CV respectivamente. También habrá lugar para mejoras en sendos motores diésel, es por eso que el 2.0 TDI también recibirá ligeros retoques para homologar 195 CV (+18 CV) en el caso del motor de 177 CV y 170 CV (+30 CV) en el caso del motor que originalmente homologa 140 CV.
Fuente: ABT Sportsline
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