Dos de las novedades que veremos en el Salón de Frankfurt en la gama del Mercedes-Benz SLK ya está aquí. El Mercedes-Benz SLK 250 CDI será la primera incursión del roadster de la estrella en el mundo de los motores diésel, con un motor 2.2 CDI de cuatro cilindros, con el que Mercedes-Benz promete eficiencia sin restar cualidades deportivas, pese al sonido que hará (refinado, pero diésel al fin y al cabo).
La potencia máxima de este Mercedes-Benz SLK 250 CDI es de 204 CV, equiparándolo a los 204 CV del SLK 250 de gasolina. Pero la cifra que llama la atención es el par máximo que entrega este motor, 500 Nm, muy por encima del registro de su homólogo en gasolina, que se queda en unos respetables 310 Nm. Para alcanzar esa cifra de par en un motor de gasolina habría que tirar de cilindrada y por lo tanto, aumentar el gasto de gasolina, pero también subiría la potencia. Es lo que tienen los diésel.
Pero es par máximo y su potencia no son sinónimos de un elevado gasto en gasoil, ya que este variante del Mercedes-Benz SLK homologa, según ciclo NEDC, un consumo realmente competitivo, con apenas 4,9 l/100 km. Un consumo que se traduce en unas emisiones de CO₂ también competitivas, de 128 g/km, raspando por muy poquito el 0% en el impuesto de matriculación, dejándolo en un 4,75%, igual que en el gasolina.
En el inicio de su comercialización, el Mercedes-Benz SLK 250 CDI contará con la caja de cambios automática 7G-TRONIC PLUS, para más adelante ofrecerse como opción la caja manual de seis relaciones. Con este cambio, sus prestaciones están a la altura de lo que se espera de un roadster de estas características, con una aceleración en el 0 a 100 km/h de 6,7 segundos, una décima más lento que el gasolina, y una velocidad máxima de 243 km/h. En el 80 a 120 km/h es donde se nota el par, necesitando solamente 4,3 segundos.
No declaran la autonomía, pero la nota de prensa anuncia que se podría hacer un trayecto desde el Mar del Norte hasta las costas del Mediterráneo con un único depósito. Si es cierto, eso son algo más de 1.200 km de autonomía, suponiendo que saliésemos de Amsterdam y llegásemos a Marsella de un tirón y siempre usando autovías o autopistas. Mucho me parece para 60 litros en el depósito (si usa el mismo que el SLK 250 de gasolina). Eso da una media de 4,85 l/100 km apurando el depósito hasta dejarlo completamente seco. Me da que a menos que salgamos y entremos de ambas ciudades empujando el coche, será difícil conseguir esa autonomía.
En lo que respecta a elementos diferenciados o equipamiento especial, el Mercedes-Benz SLK 250 CDI no cambia respecto al resto de la gama gasolina. Exteriormente la única diferenciación será la insignia CDI en el portón trasero, ya que lo demás es exactamente igual, incluso la doble salida de escape. En equipamiento dispone del Magic Sky Control, el techo de opacidad variable; las tres opciones para la suspensión o el paquete Dynamic Handling, todo ello incluido también en el resto de la gama.
Los precios para España todavía no se han anunciado, pero si el precio para Alemania, que será de 41.828,50 euros con impuestos incluidos. Si hacemos la equivalencia entre el precio anunciado para Alemania para el SLK 250 CDI de gasolina y el precio que tiene en España, el Mercedes-Benz SLK 250 CDI debería costar en torno a los 44.700 euros, con impuestos incluidos. Las primeras unidades se podrán reservar a partir del 13 de septiembre, una vez presentado en el Salón de Frankfurt.
Fuente: Mercedes-Benz
En Diariomotor: El Mercedes-Benz SLK 55 AMG irá a Frankfurt junto a una versión diésel | Mercedes SLK Roadster 2012