¿Os habíais olvidado de Saab? Nosotros no, y hemos estado pendientes de su evolución día tras día, pero la cantidad de rumores y verdades a medias ha sido tan grande que hubiera dado para hablar todos los días sobre la firma sueca. A continuación haremos un pequeño recopilatorio de lo más novedoso que ha surgido desde nuestro último “parte”, ya que lamentablemente el futuro de la marca se tambalea mas que nunca.
Lo último que comentamos es que la marca había cerrado por fin un acuerdo con dos fabricantes chinos para poner en marcha dos joint-ventures que le permitiría comercializar sus vehículos en China y, a más corto plazo, obtener liquidez inmediata. Obtuvieron una inyección de dinero de 245 millones de euros, que aún no se ha materializado por completo, pero lo cierto es que esa cantidad sólo ha servido para tapar algunos de los múltiples agujeros que tiene Saab abiertos en numerosos frentes, pero sobre todo en pagar a los suministradores.
A esto hay que añadir que la planta de Tröllhattan cerró sus puertas de nuevo a los pocos días de reabrirse, debido una vez más ante la imposibilidad de afrontar los pagos a los proveedores. En esta situación, la empresa no produce absolutamente ninguna ganancia ya que no puede satisfacer la demanda de los compradores. Eso siempre y cuando alguien se haya aventurado a adquirir un Saab, ya que la convulsa situación lo desaconseja completamente.
A la presión de los proveedores hay que sumar la necesidad de pagar a fin de mes a los cerca de 3.600 trabajadores que tienen en todo el mundo. La situación es insostenible y cada vez más asfixiante, de ahí que el gobierno sueco ya haya entrado en acción tomando medidas drásticas. Una agencia reguladora pública ya se ha puesto en contacto con los bancos de Saab para iniciar los embargos necesarios para atender una primera deuda de poco más de 400.000 euros con unos proveedores que debe cerrar antes de finalizar la semana.
El gobierno podrá tirar del dinero en efectivo de Saab (si es que tiene algo) y de otros bienes para cubrir esa deuda. No obstante, se teme que lo peor llegue a finales de agosto, cuando deba afrontar los salarios y venzan las deudas que tiene con otros suministradores. Se estima que la marca debe afrontar unos gastos mensuales de unos 16,7 millones de euros, algo completamente inasumible. De hecho, en los últimos meses, los retrasos en los pagos han puesto de uñas a trabajadores y proveedores.
En resumen, el futuro pinta muy negro para la marca, que incluso se ha retirado del Salón de Frankfurt ante la imposibilidad de acudir en condiciones a uno de los principales eventos del motor internacionales. Por el momento, los directivos trabajan a destajo para intentar lograr dinero en efectivo cuanto antes, pero el tiempo corre inmisericordemente y mucho me temo que en esta ocasión se ha llegado a un punto de no retorno. Ojalá me equivoque.
Fuente: Autoblog | Reuters
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