Hace apenas un par de meses que finalizó la producción del Bugatti Veyron, el superdeportivo del millón de euros y el millar de CV que maravilló a medio mundo cuando fue lanzado al mercado. Por aquel entonces ya dijimos que no suponía el adiós definitivo del Veyron, puesto que aún está en fabricación el Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport. Aunque no se sabe a ciencia cierta, parece ser que sólo se han comercializado unas 40 unidades por lo que aún quedan aproximadamente 110 por colocar en el mercado.
Hace justo tres años que el coche fue desvelado, por lo que a este ritmo de ventas la producción no se agotaría hasta dentro ocho años aproximadamente. Para intentar seducir a los multimillonarios, Bugatti suele lanzar muy de vez en cuando ediciones muy especiales, basadas principalmente en una estética exclusiva, pero la marca francesa tiene previsto dotar de más chica a este descapotable/targa mediante la instalación del propulsor de 1.200 CV ya visto en el Bugatti Veyron Super Sport.
Las fotos espía que acompañan a este texto muestran una mula de pruebas del Grand Sport Super Sport, nombre provisional que se ha dado al hipotético modelo simplemente uniendo ambas nomenclaturas. Seguro que más de uno creerá que es una broma puesto que el ejemplar es una versión cerrada, pero numerosas fuentes aseguran que realmente estamos ante dicha mula de pruebas. Aunque a priori puede parecer un Super Sport cualquiera pintado completamente en blanco, detalles como la ausencia del logotipo de Bugatti demuestran que estamos ante algo fuera de lo normal.
Toda esta expectación acerca del Grand Sport de 1.200 CV han surgido acerca de unas palabras pronunciadas por el presidente de Bugatti a un periódico holandés, asegurando que es muy posible la llegada de un Grand Sport de más de 1.001 CV. Sin citar textualmente al Super Sport, lo lógico es que la marca aprovechara la actualización del gigantesco propulsor W16 de 8 litros que montaba esa variante para implantarla en su vertiente descapotable, convirtiéndolo sin duda alguna en el cabrio más potente y rápido jamás construido.
Cuando el coche llegue a producción si es que finalmente llega, cabe esperar algo similar a un Super Sport carente de techo. No obstante, las prestaciones estarán ligeramente por debajo debido a los problemas derivados de la ausencia de techo rígido, pero los 400 km/h debería superarlos holgadamente. Acerca del precio, se dice que rondará los 2 millones de euros, un auténtico disparate para la mayoría de los mortales pero que seguramente haya numerosos clientes dispuestos a pagarlos.
Hay quien dice que el coche podría aparecer en el Salón de Frankfurt, pero parece demasiado precipitado. Puede que Bugatti espere a finales de año o principios de 2012 para presentar el coche, bien en uno de los Salones estadounidenses (Los Ángeles, Detroit…) o bien en un evento privado al más puro estilo Bugatti.
Fuente: Autoblog.it
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