Hace unas horas os adelantábamos información sobre el nuevo Toyota Yaris, que hemos podido probar en Dinamarca, en su presentación internacional. Completamente renovado, es un coche que disfruta de un habitáculo de calidad y una gran amplitud, aunque pierde detalles como la banqueta trasera corredera. Toyota quiere que su Yaris no sea el segundo coche de casa, sino que sea el primer vehículo de la familia, un utilitario polivalente capaz de competir con lo mejor del segmento.
Para ello, se lanzará con tres motores diferentes y varias cajas de cambio. En primer lugar, el modelo básico monta el probado 1.0 VVT-i, un tricilíndrico de 69 CV que destaca por consumos bajos, pero que no sorprende en prestaciones. En gasolina, la opción más potente es un 1.33 VVT-i de 99 CV, suficientes para mover al Yaris con cierta agilidad. El 1.0 sólo se asocia a una caja de cambios manual de cinco relaciones, pero el 1.33 puede ir acoplado a una manual de seis relaciones o a una nueva Multidrive.
La caja de cambios Multidrive es de variador continuo, aunque también funciona con 7 relaciones prefijadas. Hemos podido probar un Toyota Yaris con esta caja de cambios, que me parece ideal para un funcionamiento urbano. Los motores de gasolina acumularán la mitad de las ventas, mientras que el pequeño turbodiésel 1.4 D-4D de 90 CV hará el resto. Este motor más que probado tiene un funcionamiento agradable y se asocia a una caja manual de seis relaciones o a una MMT de embrague pilotado.
Impresiones del 1.33 VVT-i con caja CVT Multidrive
Este pequeño propulsor se estrenaba en la familia Toyota hace apenas tres años, y actualmente también lo monta el Toyota Auris e iQ. En un utilitario como el Yaris es un propulsor con mucho más sentido, tiene la potencia adecuada para moverlo en todas las circunstancias, es ligero y tiene un funcionamiento refinado. Al estar sentado en el coche y encender el propulsor me ha sorprendido lo silencioso que es al ralentí, en ocasiones no sabremos si está encendido o apagado.
Su potencia máxima es de 99 CV a 6.000 rpm, y su par máximo de 125 Nm a 4.000 rpm. Tiene un sistema avanzado de EGR y una relación de compresión relativamente alta, 11,5:1. Este motor lo hemos podido probar asociado a la caja de cambios Multidrive S de variador continuo. Esta caja puede funcionar con un número ilimitado de relaciones de cambio en modo 100% CVT o con 7 relaciones prefijadas en manejo secuencial a través de la palanca de cambios o de levas tras el volante.
En teoría, hace el 0-100 en 12,3 segundos y su velocidad punta es de 175 km/h. El consumo medio es de sólo 5,0 l/100 km, con lo que sus emisiones de dióxido de carbono están por debajo de los 120 g/km. Todos los motores del nuevo Toyota Yaris cuentan con las tecnologías Pure Drive orientadas a la máxima eficiencia, en este caso, un sistema Stop&Start. El Stop&Start puede funcionar hasta a -15ºC de temperatura externa, soporta más tiempo la conexión del aire acondicionado y es muy rápido en el arranque.
Nos ponemos en marcha por autopista, y ya comenzamos a notar que el nuevo Yaris es un coche más estable y mejor plantado con respecto a su predecesor. Da la sensación de ser un coche más grande gracias al buen aplomo. Parte de esta sensación es de agradecer a la suspensión, que absorbe las irregularidades de maravilla pero no perjudica la firmeza y compostura del vehículo, con un tarado adaptado a los gustos del consumidor europeo. El motor siempre va bajo de vueltas, y a 120 km/h no llega a ir a 3.000 rpm.
El motor produce un ruido normal a esos regímenes, no es especialmente silencioso, como es al ralentí. No hemos podido comprobar si se queda corto en repechos ya que Dinamarca es extremadamente plana. Con la caja de cambios Multidrive S la respuesta al acelerador es bastante rápida, y con pedal a fondo el motor se coloca a unas 5.000 rpm para acelerar con prestancia y recuperar ágilmente, incluso teniendo en cuenta que las unidades estaban en rodaje con apenas 500 km en el odómetro.
A 110 km/h – límite de velocidad en Dinamarca – el habitáculo es razonablemente silencioso. El nivel de ruido en el habitáculo es muy soportable, aunque los retrovisores producen algo de ruido aerodinámico. El gasto de combustible en la autopista – aunque no fue representativo por el estilo de conducción del compañero de otro medio – oscilaba en torno a los 6 l/100 km. En carreteras convencionales el coche se muestra ágil, aunque de nuevo, la ruta no nos permitía explorar con profundidad la dinámica del coche.
No obstante, era hora de entrar en la ciudad de Copenhague. Aunque en Dinamarca no haya demasiados coches por los ingentes impuestos que soportan, Copenhague es una ciudad europea a nivel de tráfico: atascos, muchísimos semáforos y calles sin fin. El sistema Stop&Start es muy eficaz en su funcionamiento, apaga el motor sin casi percibirse y al soltar el pie del freno el motor se enciende muy rápidamente. Con el modo de funcionamiento Eco, y un poco de tacto conseguí un consumo de 6,9 l/100 km tras muchos atascos.
Aparcar el Yaris es muy fácil y la cámara de marcha atrás ayuda especialmente a apurar maniobras sin siquiera tocar los otros coches. Como ya comentábamos, el radio de giro del Toyota Yaris es de sólo 4,7 metros, conseguido en parte gracias a una dirección más directa que la de su predecesor. La dirección asistida EPAS eléctrica transmite poco feedback al conductor, pero es pesada a alta velocidad y muy suave en ciudad y a la hora de maniobrar, por lo que cumple muy bien su cometido.
Impresiones del 1.4 D-4D con cambio manual
La mayor parte de sensaciones del motor 1.33 VVT-i son extrapolables, aunque no lo son las de la respuesta del propulsor o la caja de cambios. El motor turbodiésel 1.4 D-4D supondrá el 50% de ventas de Yaris en España. Entrega 90 CV a 3.800 rpm y un par máximo de 205 Nm, constantes entre las 1.800 y las 2.800 rpm. Este motor lo he probado asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones, con la que tiene un consumo de sólo 3,9 l/100 km en el ciclo combinado.
Es el motor más prestacional de la gama: acelera de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos y tiene una velocidad máxima de 175 km/h. Al encender el motor deja entrever su carácter diésel desde el exterior del coche, pero el aislamiento interior es muy bueno: las vibraciones son casi imperceptibles y el típico traqueteo diésel llega muy amortiguado. Este motor emite sólo 104 g/km de CO2, pero no puede montar sistema Stop&Start por el momento, con ninguna caja de cambios.
Es un motor de funcionamiento agradable y un buen tirón si somos de pie derecho pesado. Como la mayor parte de motores turbodiésel de baja cilindrada, el turbocompresor necesita un tiempo de carga antes de dar lo mejor de sí mismo, lo que se traduce en cierto lag a menos de 1.800 rpm. Por encima de ese régimen la respuesta es más rápida y fuerte, con un empuje contundente. Me ha parecido un propulsor refinado, que incluso bajo aceleración suena poco a diésel y vibra relativamente poco.
De nuevo, lo pudimos conducir por autopista y ciudad. En autopista la sexta marcha lo lleva a poco más de 2.000 rpm circulando a 120 km/h y en ciudad, conduciendo con tiento – y haciendo caso a la recomendación de cambio de marcha – se pueden sacar consumos de menos de seis litros a los 100 km/h. El tacto de la caja de cambios manual es suave, de recorridos cortos y precisos, pero algo artificial. El tacto del pedal del freno requiere acostumbrarse, puede ser algo brusco en ciudad.
Control de estabilidad y 7 airbag para todos
El Toyota Yaris busca una calificación EuroNCAP de cinco estrellas cuando se someta a las pruebas el próximo día 1 de septiembre. Por ello, ha mejorado la protección ante impactos laterales con nuevas barras de absorción de energía en las puertas, los asientos y reposacabezas evitan el latigazo cervical y el coche lleva 7 airbags de serie en toda la gama. También es de serie el control de tracción TRC, el control de estabilidad VSC y la distribución electrónica de frenado, EBD en sus siglas anglosajonas.
Algunos detalles de equipamiento
En España el Toyota Yaris se venderá con tres equipamientos, tres acabados llamados Live, Active y Sport. En nuestro caso, el coche negro (1.33 VVT-i) es un acabado Lounge, que no se venderá en España. Digamos que sería un coche más orientado al refinamiento y confort. El coche rojo de las imágenes (1.4 D-4D) es similar al acabado Sport del que disfrutaremos en España, aunque se denomina Active en otros países. El acabado Live es el acceso básico a la gama.
Será el más barato, no tiene sistema Toyota Touch o volante forrado en cuero, y el aire acondicionado es opcional. No obstante, todos los sistemas de seguridad están ya muy presentes. Este acabado sólo está disponible con el motor 1.0 VVT-i de 69 CV (Yaris 70) y 1.4 D-4D de 90 CV (Yaris 90D) con cambio manual. Un acabado más equilibrado e interesante es el Active, que ya incluye cuero en palanca de cambios y volante multifunción, sistema Toyota Touch, aire acondicionado y llantas de aleación.
La versión Active está disponible en los Yaris 70, Yaris 90D y Yaris 100, con todos las cajas de cambio. La versión Sport incluye – sobre el acabado Active – llantas de 16 pulgadas, spoiler trasero, inserciones cromadas en el salpicadero o tapicería mixta cuero-tela con ribeteado rojo. Es el tope de gama y sólo está disponible en el Yaris 100 Multidrive S y el Yaris 90D manual. Los precios se publican en septiembre, y oscilarán entre los 10.000 y los 16.000 euros según versiones.
Sistema Touch&Go
Será detallado en Tecmovia, pero básicamente es un sistema avanzado de infotainment con conectividad web y aplicaciones descargables. Se compone de las partes Touch y Go. La parte Touch ofrece un control centralizado con pantalla táctil de 6,1 pulgadas, cámara de visión trasera, manos libres Bluetooth y conectividad auxiliar con entrada USB y conexión para iPod. Además, cuenta con un sistema de información de consumos muy detallado, al estilo de los híbridos Toyota y Lexus.
El módulo Go se puede adquirir aparte, e incluye navegador GPS con límites de velocidad, aviso de radares y posibilidad de elección de ruta ecológica. Mediante la conexión por Bluetooth de un smartphone podremos acceder a búsquedas de Google Maps y Local Search, envío de SMS en pantalla, visualización de fotografías por USB y la descarga de aplicaciones. Estas aplicaciones desarrolladas por Toyota en cooperación con Harman-Kardon incluyen servicios de lo más interesantes.
Por ejemplo, habrá una aplicación para el tiempo, una aplicación de búsqueda de gasolineras, otra que nos recordará donde hemos aparcado el coche e incluso una integración de Facebook para poder comprobar nuestro estado estemos donde estemos (aunque mejor en parado). El sistema se irá actualizando y Toyota España afirma que tendrá uno de los precios más competitivos del segmento, en torno a los 500€ para el módulo Go, ya de serie en las versiones Active y Sport.
En Diariomotor: Toyota Yaris, presentación y prueba en Dinamarca (I) | Nuevo Toyota Yaris, estilo japonés con orientación europea | Toyota Yaris 2011