Para muchos podría parecer que estamos ante el coche de Marion Cobretti. Nada más lejos de la realidad, puesto que en la película protagonizada por Stallone el coche protagonista era un Mercury Monterey y aquí estamos hablando de un Chevrolet Bel Air. Eso sí, ambos comparten añada, puesto que los dos son modelos de 1950 y en ambos casos, son los modelos inagurales de una gran saga de coches. Pero vamos al turrón.
También puede que nos lleve a engaño la procedencia del coche, puesto que no es una preparación hecha en Estados Unidos. No, está hecha en Europa y más concretamente en Suecia, donde desde los años ‘60 existe una gran afición al mundo del Hot-Rodding y a los clásicos americanos. No al nivel de Estados Unidos pero si que se podría decir que es el país con más seguidores de esta tendencia en nuestro continente. Para que luego digan que son fríos y aburridos.
Es posible que estas modificaciones se vean como herejías a modelos que ya de por sí son auténticas bellezas sobre ruedas, pero hay que recordar que las modificaciones a los coches es algo que se lleva haciendo en Estados Unidos desde casi el inicio de la producción de automóviles en serie por Ford o General Motors. Lo tienen en su cultura y seguirá siendo así por muchos años (espero…).
En lo referente a este Knudzilla, que así es como está bautizado, cuenta con ciertos cambios típicos en este tipo de preparaciones, como el top chop del techo. En castellano, recortar los montantes para bajarlo, en este caso 20 cm. Otros cambios los vemos en la parrilla delantera, los flamings aerografiados de los laterales y como no, un buen motor Chevy V8 350 (5.735 cc) cuya potencia no se especifica pero será una cifra gorda. Seguro.
La combinación de negro mate y negro cromado en la carrocería, arriba y abajo respectivamente, es un detalle poco visto pero que le da ese toque de distinción perfecto para conseguir, entre otras cosas, convertirse en el King of Custom del Elmia Bilsport Performance Motorshow, uno de los eventos más importantes de este tipo de disciplinas en Suecia.
De verdad, un coche que no me importaría en absoluto tener en mi garaje…
Fuente: Dotz Wheels
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