La Fórmula Ford puede considerarse la vía de acceso a la competición por parte de muchos jóvenes pilotos. Desde hace más de 40 años han representado el acceso asequible a pilotar un monoplaza, desde el primer Fórmula Ford, un Lotus 22 Fórmula Junior. Es una competición popular en algunos circuitos nacionales, con monoplazas que pesan en torno a los 420 kg y montan motores Duratec de origen Ford con potencias no superiores a los 140 CV.
Pero hay que pensar en la relación peso-potencia: los Fórmula Ford aceleran de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos y tienen una velocidad punta de en torno a los 235 km/h. Desde los 60 hasta mediados de los 90 – cuando se pasó a usar motores Zetec – la Fórmula Ford corría con motores Kent 1600, y parece que en 2011 llega una nueva generación de monoplazas que además de un nuevo diseño se caracterizan por montar motores 1.6 EcoBoost de última generación.
Su aspecto está en línea con la filosofía Kinetic Design de Ford, con una imagen reconocible en las tomas de aire del motor o las llantas que monta la unidad presentada ante nosotros. No obstante, no conviene olvidar que además de estar certificado por la FIA en todos los circuitos del mundo, los dueños de los Fórmula Ford tienen libertad de modificación del chasis, con lo que ello conlleva: un Fórmula 1 en miniatura para aprendices que pueden personalizar al completo todos los reglajes dinámicos.
La principal novedad es el abandono de los motores atmosféricos por el 1.6 EcoBoost, en esta aplicación limitado a 165 CV de potencia y un par máximo de 220 Nm, superior a los Duratec con creces: el nuevo Fórmula Ford es más rápido que sus predecesores. El chasis tubular se mantiene 44 años después de su lanzamiento, pero en esta iteración se crean estructuras de carbono que protegen mejor al piloto en caso de accidente. El mito sigue vivo y coleando señores.
Se estrenará en circuito en el 2012 Dunlop MSA Formula Ford Championship of Great Britain.
Fuente: Ford
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