Por un momento pensé que el Titanic hubiera regresado para atracar en el stand de Cadillac. Cinco metros de eslora, una pose y una elegancia difícilmente equiparable por casi cualquier otro vehículo que hayamos visto en mucho tiempo. Pero no, no se trata de un gigantesco navío sino del Cadillac Ciel Concept y no es otra cosa que la muestra de que Cadillac pretende regresar por sus fueros, al lujo y la elegancia del más alto nivel. He aquí la prueba…
Su presencia en el Salón de Frankfurt también se aprovechaba para confirmar que no se descarta que el Cadillac Ciel pueda alcanzar los concesionarios en un futuro no muy lejano. Es más, pese a su espectacularidad no estaríamos hablando de nada que no se pudiera fabricar y competir al otro lado del gran charco con marcas europeas de gran lujo como Rolls-Royce o Bentley. ¿Veremos su versión definitiva en alguna de las citas internacionales de 2012 en Norteamérica?
Suponemos que, además de los planes de viabilidad que considere General Motors, la expectación que haya causado en Frankfurt y el interés de potenciales clientes, influirá mucho en la decisión que tomará definitivamente esta clásica marca estadounidense.
A cualquiera que le guste conducir le sonará raro, pero es dar un vistazo al Cadillac Ciel Concept y percatarse de que este es uno de los pocos vehículos que se disfruta mucho más de pasajero, sentado con toda la comodidad del mundo en las plazas traseras, que a su volante. Sus puertas traseras de estilo suicida nos aseguran que cualquiera se sentiría como un alto dirigente, un astronauta recién llegado del espacio o una estrella del rock o del cine, llegando a cualquier local de moda en esta limusina descapotada mientras tu chófer te abre la puerta trasera en el sentido contrario al que viene siendo habitual en el 99.99% de los automóviles de calle.
Y a día de hoy que es tan políticamente incorrecto emitir demasiados gases, qué mejor que una mecánica híbrida que una un V6 de 3.6 litros y un motor eléctrico para conseguir 425 CV de potencia y 583 Nm de par máximo y contar con la posibilidad de moverse en recorridos cortos y a baja velocidad en modo eléctrico puro.
En fin. No descartaremos que en menos que canta un gallo se estén vendiendo como churros a estrellas de Hollywood y adinerados jeques árabes que con 50º a la sombra, sólo puedan sacarlo de su “museo-garaje” particular un par de días al año.
En Diariomotor: Cadillac Ciel Concept, limusina, descapotable y con mucho postín
