El Lunes por la noche pudimos ver y tocar casi antes que nadie en Frankfurt la nueva generación del Porsche más mitico, el 911. Fue en la preview del grupo Volkswagen a la que pudimos asistir, dónde cada marca introducia su principal novedad para el Salón de Frankfurt. Siendo el estandarte de la marca, le han dado su merecido homenaje juntando a las seis generaciones precedentes que fueron saliendo al escenario resultando una estampa espectacular.
Tras una breve coreografía, salía desde el sotano el nuevo Porsche 911. En un discreto color gris, lucia espectacular desde todos los ángulos. Una vez terminado el evento, era la oportunidad de acercarse antes de que se iniciara el Salón. Cuando hace un mes se publicaron las fotos oficiales y la primera información, ya pudimos apreciar esa mezcla clásica con apuntes modernos que asegura un nuevo éxito de ésta generación.
Primeras impresiones en su estreno
De frente es casi idéntico a la generación anterior. Ésta supuso la vuelta a unos faros redondos que nunca se debieron quitar. En el perfil trasero se ha estilizado armónicamente siguiendo la silueta clásica y termina en unos faros LED con un diseño moderno, que lo diferencia definitivamente de sus predecesores.
En el interior casi todo sigue igual. La llave que arranca el motor bóxer se situa a la izquierda, el cuentarrevoluciones se situa en el centro de un total de cinco esferas y destila mucha calidad, con alcántara, cuero y fibra de carbono presentes en todo el habitáculo. Los asientos deportivos podriamos decir que rozan la perfección. Pero hay dos importantes novedades. En primer lugar, la consola central sigue el diseño marcado por el Panamera y también dispone de una amplica colección de botones.
Por otra parte, el boxer 3.4 de 350 CV que equipa el 911 Carrera mostrado, estaba asociado a un inédito cambio manual de 7 velocidades. Es una sensación extraña mirar el pomo y ver grabado en aluminio tal número de marchas, pero fué más extraño aún cuándo con el embrague pisado las fui introduciendo. La séptima queda muy esquinada a la derecha – no podría ser de otra forma – pero seguro que es cuestión de acostumbrarse.
El 911 Carrera S nos esperaba en el Salón
Esa noche me acosté acelerado y apenas pude dormir por toda la maravilla automovillística que había podido admirar en el Ballsporthalle de Frankfurt pero por otra parte, me vino el pensamiento de no dedidicarle mucho tiempo al pabellón correspondiente en el Salón. Menos mal que rechacé esa idea y en cuanto pude me dirigí al Hall 3 de la Messe.
Al final del Stand de Posche aguardaba un Carrera S azul marino, que le sienta fenomenal. Al darle una vuelta lo que le diferencia del Carrera normal son las cuádrupes salidas de escape. Otra gran diferencia está bajó la tapa del motor. Es un bóxer 3.8 que rinde 400 CV, acelera de 0 a 100 Km/h en 4,1 segundos – con el paquete Sport Chrono – y alcanza los 304 Km/h. Sinceramente, cuando lancen las versiones Turbo, Turbo S o GT3 no sé con qué prestacionesnos nos van a sorprender los ingenieros de Zuffenhausen.
Al entrar en su interior, lo primero en que me fijo en que la llave está puesta, qué ganas me entraron de girarla y escuchar el bramido de sus escapes. Estaba equipada con el cambio de doble embrague PDK de siete velocidades. Tras el volante unas levas de gran tamaño para cambiar de forma manual. La verdad es que sabiendo lo bien que van ambas cajas de cambio, no sabría cuál elegir, aunque desafortunadamente no tengo que tomar esa decisión en breve.
A continuación, os dejo con una amplia galería de fotos, os aconsejo que os detengais en ella y disfruteis con todos los detalles del Porsche 911. Como comentamos cuando lo anunció la marca, es más grande, ligero, rápido y eficiente que el anterior. Casi 50 años después, su silueta sigue siendo inconfundible y sigue siendo el coche más deseado por muchos aficionados al automóvil. Larga vida al nueveonce.
En Diariomotor: Porsche 911 Carrera y Carrera S 2012, grande, ligero, fuerte y veloz