No me equivocaría ni tan siquiera mínimamente si dijera que muy probablemente el Citroën DS5 sea una de las aventuras comerciales más atrevidas de esta marca francesa en mucho tiempo, tanto o más que la propia creación de la gama premium DS. Las intenciones de Citroën son muy claras, pero tampoco es la primera vez que vemos a otras marcas intentar redefinir el concepto de monovolumen y no sería la primera ni la última vez que viéramos algún fracaso estrepitoso.
Sin fijarnos en los precedentes, como toda marca que se aventura en una nueva empresa, por supuesto Citroën cree que su monovolumen no sólo es el más bonito, sino también el más lujoso, elegante y avanzado tecnológicamente. Por nuestra parte no hace falta ni que digamos que el Citroën DS5 nos transmite desde el primer momento que lo contemplamos en directo que es mucho más que un Picasso con una carrocería diferente.
Una buena definición sería hablar del DS5 como el encuentro entre una berlina de gama media-alta y un monovolumen que incluso aspira ser un crossover. El resultado es que tendrá buenos detalles de todos, los defectos de algunos y por desgracia se perderá lo mejor de cada uno de los segmentos.
De primeras un stand con una presentación tan importante como esta que renuncia a la azafata modelo “maciza” para sustituirlo por una pareja de modelos vestidos con traje de noche desde las 8 de la mañana, dice mucho del propio enfoque de este vehículo. Sorprende, dado que aún conservamos la imagen del monovolumen para toda la familia, de viaje con los críos, la suegra, una bicicleta y el carrito del pequeño.
Renault intentaría sin éxito con el Avantime arraigar toda la deportividad del coupé en un monovolumen. Las intenciones de Citroën van más en la línea de decantarse por el lujo y la elegancia. Sería un vehículo dirigido al mismo tipo de cliente que optaría por un Citroën C5 bien equipado, o incluso algo más. En el espacio, la habitabilidad y la practicidad de la puerta trasera del Citroën DS5 encontraría todo un abanico de posibilidades que jamás encontrará en una berlina, por ejemplo.
La realidad es que su diseño sorprende y se diferencia del resto con fuerza. Los cromados en los bajos o en el boomerang que se dibuja entre el pilar A y los faros. El diseño agresivo del frontal y las llantas. Pero sin duda estamos ante un arma de doble filo. Lo que para algunos es un signo de distinción, estilo, modernidad y tecnología, para otros gustos más conservadores puede resultar demasiado atrevido.
Pensemos de nuevo en su nicho de mercado y el tipo de clientes que pretendería atraer.
Se trata de un vehículo con mucha presencia, pero sobretodo con un nivel de calidad de acabados, materiales y elegancia dentro del habitáculo que necesariamente se escapa de lo habitualmente visto en cualquier monovolumen generalista. El puesto de conducción está completamente enfocado en el piloto y es más propio de una berlina, por su baja altura y la posición del cuerpo, que de un monovolumen. Además el conductor cuenta con una consola central, que lo separa de su acompañante, y todo un cuadro de mandos orientado hacia él, así como un sistema de proyección de información sobre el parabrisas.
En definitiva materiales y ajustes de calidad en todo el habitáculo. Las plazas traseras por su parte no disponen de mucha más altura para el tronco y la cabeza respecto al techo que una berlina, así como la distancia con los asientos delanteros tampoco es mucho más holgada. No obstante sí que dispone de más altura entre la base del asiento y el suelo, lo cual deja más espacio para las piernas y resultará más cómodo para acomodarse en estos asientos dado que la base está en una posición más elevada.
El espacio de carga, sin ser el mayor de su clase, sí que es amplio y suficiente. Estamos hablando de 465 litros divididos en todo el espacio de carga, incluyendo un doble fondo bastante práctico en el que alojar objetos menos voluminosos. Probablemente este espacio de carga quedará reducido ligeramente en los modelos que incorporen la tecnología HYbrid4 de PSA.
En Francia se iniciará su comercialización a finales de año. Mientras tanto los concesionarios españoles esperarán unas semanas más para iniciar las primeras entregas entrado 2012.
Fuente: Citroën
En Diariomotor: Citroën DS5, el atrevido monovolumen francés