Desde hace algún tiempo y gracias al avance de ordenadores y videoconsolas, podemos gozar en nuestras casas de juegos y simuladores de conducción cada vez más realistas. Pero, como siempre, con cada versión de un juego que ha visto la luz – además de las distintas “guerras” entre usuarios proclamando que el suyo es mejor -, ha surgido la duda entre los que nunca hemos corrido. ¿Es lo suficientemente realista como para poder pasar de la simulación a la realidad sin demasiados problemas?
Obviando que quizá no estemos en forma como para soportar el esfuerzo de conducir un monoplaza real, lo cierto es que la duda de si un simulador es tan realista o no se va disipando, en parte al ver que equipos de Fórmula 1 cuentan con simuladores como rFactor Pro o Netkar Pro como parte de la actividad habitual del equipo. ¿Pero qué ocurre si eres ya un piloto consumado como lo es Tony Stewart en la Nascar? Vamos a averiguarlo…
El pasado mes de Junio tuvo lugar un evento en el circuito de Watkins Glen donde Lewis Hamilton y Tony Stewart intercambiaran sus coches para rodar un poco por el circuito. Esto es, que Hamilton conduciría un Chevrolet Impala de más de 750 CV, mientras que Stewart conduciría el McLaren MP4-26 del inglés. Estos coches ya son “palabras mayores” pero, debido a que son profesionales, uno se puede imaginar que no necesitarán demasiada ayuda para poder hacerlo decentemente.
Aun así toda ayuda es poca. Aunque el simulador iRacing tiene un acuerdo con la Nascar y muchos de sus pilotos participan regularmente en este simulador, Stewart se decidió a entrenar con él. Éste cuenta tanto con un Fórmula 1 (Williams-Toyota FW31 bajo licencia de la propia Williams), como con el circuito de Watkins Glen escaneado por láser: la combinación ganadora para este “swap event”.
Como muchos imaginamos, la Nascar es algo totalmente distinto a la conducción en circuito, si bien de vez en cuando se pueden ver a los coches de Nascar rodar en circuitos al uso en vez de ovales. Aun así y aunque no lo pueda parecer, conducir un coche de la Nascar no es para nada fácil. En el vídeo podemos ver como Stewart entrena con la combinación que iRacing ofrece (no sin estrellarse unas cuantas veces), por lo menos en el simulador ni te duele el cuerpo, ni te rascas el bolsillo…
Además, aún sin sentir el coche ni de forma parecida, gracias a que tanto el simulador, como el coche y el circuito son muy realistas puedes obtener información muy válida que luego poder aplicar cuando tengas que conducir. Como decía antes, éste es otro ejemplo en el que la pregunta se ha transformado del ¿cuánto de real será? a ¿sería capaz de aguantar físicamente y hacerlo igual de bien en la realidad?. Y para ejemplo del entrenamiento aquí os dejo la vuelta que se marcó con el McLaren MP4-26, con el asfalto húmedo.
Se puede ver que no va “a todo trapo”, algo normal siendo su primera vez y con el suelo mojado, pero despacio tampoco va. Se puede ver que el entrenamiento previo ha surtido un efecto positivo y, probablemente, haya disfrutado más al poder “vivirla” previamente. Incluso el propio Tony Stweart dice en el vídeo que es una muy buena herramienta para quien no tiene mucha experiencia o está falto de tiempo para rodar de verdad, y que puede darte una ventaja significativa saber de antemano lo que va a venir, donde están los baches, etc.
Los simuladores están alcanzando niveles increíbles y podemos disfrutar y aprender casi tanto como si estuviéramos en un circuito de verdad. A todos los que nos gustan los coches, sobre todo los de carreras, sabed que estamos viviendo una buena época…
Fuente: iRacing
En Diariomotor: El simulador de Lexus es el que querríamos tener todos en casa | ¿Cómo ser piloto de carreras?, entrevista a Javier Morcillo
En Tecmovia: Forza Motorsport 4 llega con ganas de comerse al Gran Turismo 5 | El mejor piloto de GT5 es español, y hemos hablado con él