Este tipo de noticias es de esas que nunca nos gustaría dar, pero que lamentablemente ocurren de cuando en cuando. Y es que, dentro de toda la vorágine de la competición automovilística, el aumento de la seguridad en las carreras ha sido muy considerable en los últimos años (incluso yéndonos a las dos últimas décadas), pero pese a ello el riesgo de la velocidad es absolutamente consustancial a las carreras y nunca ha dejado de existir (ni probablemente dejará de hacerlo), aunque muchas veces se nos olvide ese gran riesgo que corren los pilotos, que en el fondo no son más que seres humanos a bordo de unas máquinas.
En el día de ayer, Dan Wheldon fallecía tras un gravísimo accidente en las IndyCar 300 Final Series, en el Las Vegas Motor Speedway. El accidente ocurrió en la curva 2 del circuito, en la vuelta 12, y fue de esos que ponen los pelos de punta, implicando a quince monoplazas. Varios de ellos golpearon contra el muro de protección, como fue el caso del británico Dan Wheldon, que se llevó la peor parte tras perder el contacto de sus neumáticos con el asfalto y volar por los aires. Pese a la asistencia sanitaria casi inmediata en el circuito y a la rápida evacuación en helicóptero al hospital, nada se pudo hacer por salvar su vida debido a las graves lesiones sufridas.
Después de este tremendo accidente, la carrera fue detenida y ya no se reanudaría más, aunque un par de horas después, una vez confirmada la defunción de Wheldon, los pilotos volverían al asfalto para rodar cinco vueltas en honor a la memoria del piloto. El vídeo del accidente lo dice todo, así que las palabras sobran. Sólo añadir que aquellos que no gustéis del morbo gratuito o que seáis bastante sensibles, mejor absteneos de verlo.
En Europa y más concretamente en España, la afición por las competiciones norteamericanas es bastante escasa. Quizás a causa de que no comprendemos en su totalidad ese espectáculo tan particular en toda su magnitud, pero también hay que preguntarse acerca de si las medidas de seguridad son suficientes en competiciones como la IndyCar, con monoplazas que pueden alcanzar más de 350 km/h, en carreras como la de ayer con 34 coches sobre el asfalto y en circuitos ovales donde apenas hay escapatorias y los muros están muy cerca. Estas son preguntas que no convendría dejar pasar por alto en ocasiones como ésta.
Dan Wheldon, de 33 años, desarrolló prácticamente la totalidad de su carrera deportiva en los Estados Unidos, donde llegó en 1999. Su palmarés acumulaba numerosas victorias y campeonatos, siendo un piloto bastante destacado en lo que llevamos de siglo. Por ejemplo, en su currículum figuran dos victorias en las 500 Millas de Indianápolis, en 2005 y en este mismo 2011. Además, fue campeón de la Indy en 2005 y subcampeón en dos ocasiones, en 2004 y 2006, acumulando 16 victorias en la categoría en 133 carreras. Desde aquí y en estas líneas tan poco agradables, poco más podemos añadir que un sentido “Descanse En Paz”.
Fuente: Autosport | Autoblog
Vídeo: Youtube