La historia que aquí os contamos es un tanto pintoresca. Seguro que muchos recordaréis con cariño al Porsche 959, todo un icono de los años 80 y que fue, junto al Ferrari F40, el protagonista de los sueños húmedos de muchos hace más de dos décadas (entre los que me incluyo, a pesar de que yo tan sólo era un niño). Es más, a estas alturas habría que decir que tanto el 959 como el F40 inauguraron una nueva categoría de superdeportivos de calle modernos, de cuya herencia muchos vehículos de altas prestaciones son deudores desde entonces. Para recordar al Porsche 959 tendríamos que remontarnos a 1986, año de su aparición.
Por aquel entonces, el Porsche 959 rompía muchos esquemas. Basado en el más tradicional Porsche 911, su planteamiento técnico era bastante diferente y rompedor, con tracción integral a las cuatro ruedas y una elevada potencia de 450 CV extraída a partir de su motor boxer de seis cilindros, 2.8 litros y doble turboalimentación. Sus prestaciones también eran prácticamente inalcanzables por otros modelos de la época, prometiendo una velocidad punta de 320 km/h. Creado en un principio para ser homologado como Grupo B, la desaparición de la categoría le dejó un poco en tierra de nadie, aunque triunfaría en el Dakar y se comercializaría durante apenas tres años, en una tirada muy limitada: sólo se fabricarían un total de 337 unidades.
Sin embargo, el éxito que supuso el 959 para Porsche fue indiscutble, sobre todo en lo relativo a imagen de marca y a tecnología: la firma de Zuffenhausen demostraba con el modelo todo su saber hacer, adelantándose a su tiempo y demostrando que podía estar en lo más alto de la cúspide de deportivos. De hecho, más de veinte años después, sigue sieno un clásico emblemático de Porsche y uno de sus modelos más admirados, recordados y cotizados, y ni siquiera el Porsche Carrera GT (su sucesor en espíritu) ha logrado colocarse a la altura del veterano 959 en muchos aspectos. Como decimos, todavía sigue siendo un modelo muy deseado y cotizado, y ha sido considerado desde su lanzamiento un instant classic. ¿Sería fácil encontrar hoy en día una unidad en perfecto estado de conservación y prácticamente a estrenar?
Es una pregunta difícil, y la respuesta lo es todavía más, pero pese a su fabricación en tirada bastante limitada, su estatus de automóvil de culto hace que uno se pueda encontrar con verdaderas joyas, muy bien conservadas y en estado de exposición, aunque probablemente muy pocas (o directamente casi ninguna) como la que aquí os presentamos, de la que podría decirse que está prácticamente a estrenar. Y es que un mexicano adquirió recientemente este Porsche 959 Sport en color rojo, del año 1988 y con número de chasis 001, con tan sólo ¡332 km en su odómetro! Vamos, casí ni un kilómetro cero: sus 207 millas recorridas y su estado general, absolutamente perfecto, pueden considerarse toda una rareza 23 años después.
Su dueño anterior lo guardó en un garaje y ni siquiera lo arrancó en estas más de dos décadas, de ahí su marcador, pero con una pequeña puesta a punto seguro que quedará en estado de uso igual que nuevo. Además, este Porsche 959 no es uno cualquiera, así que rareza doble: se trata de la versión Sport aligerada, que pesaba 100 kg menos que la versión normal gracias a la ausencia de determinados elementos de confort y equipamiento, como el cierre centralizado, elevalunas eléctrico, espejo retrovisor derecho o la suspensión de altura ajustable. ¿Cuál es el precio que ha pagado su afortunado nuevo propietario por él? Lo desconocemos, pero teniendo en cuenta que estamos hablando de un 959 con el añadido de su estado y conservación, ha debido de ser una cifra con bastantes ceros…
Fuente: Carscoop
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