Ayer por la noche volvía de Cataluña, tras haber acudido a presenciar los primeros compases del RallyRACC 2011, o Rally de España, prueba oficial del Campeonato del Mundo de Rallyes (WRC). La cita española vive ya su edición número 47, y por norma general es un rally rápido fundamentalmente de asfalto. En esta edición la primera etapa es mixta, con parte de gravilla y parte de asfalto, ante lo que los pilotos han optado por una configuración totalmente de gravilla para sus coches.
Invitados por Ford, acudimos el primer día al shakedown, un tramo de 2,94 kilómetros en Salou. Es un tramo empleado para testar los reglajes de los vehículos antes del primer día de carrera. Cada piloto debe recorrerlo al menos cuatro veces, a ritmos diferentes generalmente con el objetivo de tener un setup óptimo de cara a la carrera. Es un tramo relativamente sencillo en la zona de Port Aventura, con unas cuantas rotondas, horquillas de gravilla y estrechos caminos de cemento.
Y allí estábamos, gracias a estar acreditados en algunas zonas privilegiadas para hacer las fotos que acompañan a este artículo. El principal problema era el polvo, la gravilla estaba realmente seca y lo que ocurría era que al pasar un coche nuestra ropa, cámara y pulmones se llenaban instantáneamente de polvo. No obstante, es un placer ver rugir los WRC a escasos metros, con pilotos como Sebastian Loeb, Mikko Hirvonen, Ken Block o Dani Sordo pilotando sus monturas a fondo.
Definitivamente, la atmósfera de un rallye es muy especial, muchos aficionados y un buen ambiente. Pero lo mejor sin duda alguna, las espectaculares cruzadas sobre una rotonda de los pilotos, ante la algarabía del público. La nota curiosa de la jornada la puso Harry Hunt, que volcó su Citroën DS3 WRC ya en el shakedown, aunque sin más consecuencias que algunos cristales reventados: podría haber dañado suspensión o chasis, pero el coche volvió al Service Park rodando sin problemas.
Sensaciones fuertes: tramo de Les Garrigues
Al día siguiente nos desplazamos en helicóptero al tramo de Les Garrigues, el tercero de la primera etapa. Nuestra posición era privilegiada: el lugar donde se producía la transición entre tierra y asfalto. Los coches bajaban por una revirada ladera asfaltada y volaban a la gravilla con las cuatro ruedas en el aire: el vuelo es literal en este caso. En el propio tramo también pudimos ver a Carlos Sainz (con atuendo de Volkswagen Motorsport), que aterrizó unos minutos después de nuestro grupo.
Pronto comenzaron los aplausos y gritos al resonar el primer coche entre las laderas: era Sebastian Loeb, que liderando el campeonato completaba la primera etapa a ritmo de scratch, pasando a una velocidad endiablada a nuestro lado, dando la sensación de que conducir un WRC a semejante velocidad es pan comido. Cosa, que realmente no es así. Posteriormente, Ogier y los pilotos del equipo WRC de Ford cruzaban ante nuestras cámaras, dando paso a los Mini Countryman y Kimi Raikkonen.
De vuelta al Service Park
Tras otro vuelo de vuelta llegábamos al Service Park de Ford, al que pudimos acceder sin problemas. Una de las cosas que me han llamado la atención es el enorme tamaño del Hospitality de Ford: un edificio con todas las de la ley y completamente acondicionado que se monta en 2 días y medio en todos los rallyes del circuito europeo. Este edificio de dos plantas se transporta en nueve trailers, donde los propios conductores son montadores. O más bien debería decirse montadores que conducen los camiones.
El montaje se lleva a cabo con multitud de herramientas y carretillas elevadoras pero el resultado final es un edificio con oficinas, restaurante, climatización, baños y un completo sistema de televisión. Uno de los detalles más importantes es conseguir que no exista inclinación del suelo. En total al Ford Abu Dhabi World Rally Team se mueve con 19 camiones y un total de personal permanente de 120 personas, lo que nos da una idea de la dimensión presupuestaria de un equipo del WRC.
Un paseo por el Service Park nos enseñaba los Hospitality de Citroën y Volkswagen Motorsport (apoyo a los Skoda Fabia S2000), que no tienen un edificio tan grande como Ford. Es importante saber que Ford ha subcontratado toda la parte operativa del equipo de rally a M Sport, una empresa especializada en competición que se ha encargado también de desarrollar los coches de rally y de aportar el personal técnico necesario. Hablamos de un contrato de decenas de millones de euros.
Sin embargo, Citroën no ha subcontratado la operación del equipo de rally, todo se lleva desde casa con la división Citroën Racing. En el caso de Ford, hay tres box especializados para el Service de los pilotos oficiales de Ford. Los otros pilotos de Ford como Ken Block – que son equipos privados – tienen soporte oficial, tal y como pasa con otros equipos. En una asistencia normal, se asignan cuatro mecánicos por coche, que disponen de 45 minutos para realizar las reparaciones y reglajes necesarios.
No obstante, cuando hay que cambiar la especificación del coche – por ejemplo, de tierra a asfalto – son necesarios ocho mecánicos, que desmontan prácticamente el coche al completo y tienen hora y cuarto para trabajar sobre el vehículo. Cuando la asistencia comienza oficialmente sólo los mecánicos con un brazalete identificativo están autorizados a tocar y hacer cambios en el coche. No obstante, pueden tener todo tipo de ayuda externa de su propio equipo que les suministra herramientas o recambios.
Son reglas estrictas de la FIA, y extenderse en los tiempos de asistencia tiene penalizaciones de tiempo contantes y sonantes, que pueden afectar de manera grave al desarrollo de la carrera y pueden hundir los tiempos de un piloto. Por supuesto, es parte de la estrategia del equipo: en ocasiones es necesario recibir penalizaciones para que el coche esté listo para otra etapa, ya que si hemos sufrido un accidente es la única manera de poder competir al día siguiente y no tener que abandonar.
Esperamos que este breve artículo sobre algunos detalles del mundo del rallye desde dentro os haya resultado interesante, porque pronto volveremos con una pequeña entrevista con Mikko Hirvonen, una toma de contacto del nuevo Ford Fiesta Sport Match (con el nuevo motor 1.6 atmosférico de 134 CV) y un pequeño repaso a algunos clásicos Seat del mundo del rallye. No os vayáis muy lejos.
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