Akio Toyoda y Ulrich Bez son los nombres del presidente de Toyota y del CEO Aston Martin respectivamente. Seguro que al leer sus cargos inmediatamente has pensado en dos hombres ataviados con traje y corbata sentados en un enorme butacón, en un también enorme despacho, en la sede de la correspondiente marca. No negamos que así sea también seguramente durante un buen número de horas al año, pero estos dos jefes entre vuelo y vuelo y reuniones varias, han sacado el tiempo necesario para cambiar el sillón de la oficina por un backet y correr el Campeonato de Nürburgring de Resistencia de la Veranstaltergemeinschaft Langstreckenpokal Nürburgring, dicho brevemente y más fácil de pronuciar VLN.
No os vamos a hablar aquí de los resultados, sino de un bonito guiño a la amistad en un ambiente competitivo como se puede pensar de los máximos responsables de dos grandes firmas de automóviles. Ya que compartían pista, amistad y la ocasión lo permitía¿por qué no compartir también los coches?
Y así fue, Akio Toyoda, participando con un Lexus LFA del equipo Racing Gazoo dejó sus 10 cilindros nipones a Bez a cambio de su Aston Martin V12 Zagato. La última tecnología llegada desde Japón por el porte y la tradición británica, llevados por dos directivos de marcas rivales a fondo en el infierno verde.
En el vídeo se puede ver que el Aston Martin tuvo un ligero problema durante la carrera al ser golpeado, pero se pudo arreglar a tiempo, con mucha cinta aislante de por medio, para volver a la carrera y terminar cruzando la línea de meta junto al Lexus LF-A, ambos con una grata cara de satisfacción a pesar de no ir montados sobre coches de sus respectivas marcas.
Los propios protagonistas comentaban que mantienen una relación de amistad personal desde que en 2008 coincidieran en la carrera de las 24 horas de Nürburgring y cuando Ulrich Bez se enteró de que ambos equipos iban a compartir box, no desaprovechó la oportunidad e invitó a Akio Toyoda a intercambiar los coches. Buena excusa para probar el Lexus LF-A.
Como dice el vídeo al final de estas líneas ‘’Los jefes de otras compañías se reúnen en el golf…’’ que mejor manera de vender los coches de tu compañía que pilotarlos tú mismo exigiéndoles lo máximo en una carrera de 24 horas en una de las pistas más exigentes, por no decir la que más. Además con una nivel de confianza en el producto como para dejárselo al presidente de otra compañía… Una muestra total de compañerismo, de camaradería, de dos auténticos Gentleman, de pilotos con ese toque añejo de amistad entre pilotos. Un buen sitio para reunirse lejos de la mesa de la sala de juntas.
Fuente: VLN, Carbuzz
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