Si algo me ha enseñado ser un amante de los roadster es que para disfrutar un cabrio no hace falta que sea verano, es más, es fuera de esta temporada cuando todavía no ha llegado el excesivo frio del invierno y el sol implacable del verano no asoma cuando más se disfruta de la conducción a cielo abierto, incluso con un pequeño ligero toque de calefacción y parece que en Mini también tienen clara esa idea. Justo cuando comienza a haber algún chaparrón esporádico y por las mañanas empieza a hacer falta bufanda y guantas llegan para darnos un toque de calor: llega el Mini Roadster.
Le hemos visto filtrado en bocetos, rodar camuflado, conocimos su concept en Frankfurt, junto a su hermano el coupé, y poco ha cambiado desde entonces, pero ahora llega el momento de hacer oficial al último eslabón de la ya amplia familia Mini ¿alguien duda de lo rentabilizado del diseño original?
Con el Mini coupé llegaban tal vez las líneas más afiladas de la gama histórica de la marca, obviado variantes de la challenge. Líneas que ahora hereda este roadster biplaza que al igual que la variante de techo duro pierde las plazas traseras a favor de una estética más deportiva.
Con un techo de lona manual, se han añadido refuerzos para afrontar la torsión del chasis y un marco de la luna delantera más rígido y un arco de seguridad tras las dos plazas para evitar daños mayores en caso de accidente. Cuenta además con airbags frontales y de cabeza-tórax en los laterales de los asientos. El maletero plano y la mayor inclinación del parabrisas, además del habitáculo biplaza, son las claras marcas diferenciadoras de esta variante.
Las dimensiones de este mini son de 3,70 metros de largo en la variante normal, 3,73 m y 3,76 m en la Cooper S y la John Works respectivamente. Tiene un ancho de 1,67 metros, una altura de 1,37m en la variante normal, muy ligeramente superior en la versión Cooper y John Works y una distancia entre ejes de 2,46 metros.
Tres motores gasolina de hasta 211 CV y un modelo diésel de 143 CV
Bajo nos encontraremos con 3 variantes en gasolina y una diésel. La primera y más prestacional no podría llevar otro nombre que el de John Cooper Works. Cuenta con el motor 1.6 litros turbo de cuatro cilindros asociado a una transmisión únicamente disponible en manual. Entrega 211 CV a 6.000 rpm con un par máximo de 260 Nm. En esta versión, el o a 100 se registra en 6,3 segundos, con una velocidad máxima de 236 km/h y un consumo de 7,3 l/100 km.
En el medio de los tres modelos encontramos al Mini Cooper S Roadster con el mimo motor 1.6 turbo gasolina. En esta ocasión la entrega de potencia se ve ajustada a los 184 CV a las 5.500 rpm con un par máximo de 240 Nm. La aceleración sube 4 décimas hasta los 6,7 segundos, la velocidad máxima es de 226 km/h y el consumo se ve reducido hasta los 6 l/100 km.
Como modelo base de la gama de gasolina se encuentra el Mini Cooper roadster, de nuevo con el mismo motor pero esta vez con 122 CV a 6.000 rpm con un par de 160 Nm. El 0 a 100 km/h lo marca en 8,7 segundos mientras que su velocidad máxima es de 200 km/h y su consumo de 5,7 l/100 km.
En la variante diésel encontramos al Mini Cooper SD Roadster con un motor 2.0 turbo. Rinde 143 CV a 4.000 rpm y tiene un par de 305 Nm. Prestacionalmente marca un 0 a 100 km/h en 8,1 segundos con una velocidad máxima de 212 km/h. Su consumo llega como el más bajo de la gama con 4,7 l/100 km.
Aerodinámicamente el roadster es más efectivo que el modelo tradicional por la mayor inclinación de su luneta delantera. Además cuenta con un alerón activo que se alza al alcanzar los 50 km/h y al descender de esa velocidad se vuelve a plegar, pero también se puede accionar manualmente.
Como equipamiento de serie cuenta en las todos los modelos, salvo el modelo base Mini Roadster, con climatizador, sensores de aparcamiento, asientos y retrovisores regulables. A través de paquetes opcionales el equipamiento aumenta con faros de xenón orientables según el trazado de la curva, ordenador de abordo, volante multifunción, asientos calefactables, espejos antideslumbramiento, apoyabrazos o el portaequipajes exterior además de una línea deportiva de John Cooper Works.
Como en el resto de la gama Mini, se podrán optar por numerosas personalizaciones para hacerlo más único así como cajas de cambio manuales o automáticas de 6 velocidades. Su comercialización debería iniciarse a comienzos de 2012, con un precio que por el momento desconocemos.
Fuente: Mini
En Diariomotor: Mini Coupé y Mini Roadster Concept en Frankfurt 2009, Mini Coupé y Mini Roadster, rodando juntos de pruebas, Mini Coupé