Estamos en plena semana del SEMA Show, la fiesta del tuning por excelencia y en la que no hemos parado de ver pasar ante nuestros ojos numerosas preparaciones de mayor o menor acierto, pero hoy toca el turno de ver pasar por las manos de un preparador a un Ferrari 458 Italia, este es el DMC 458 Italia Milano, el escaparate del preparador DMC para el SEMA Show.
Retocar un Ferrari o cualquier otro de los grandes superdeportivos de renombre tiene que ser un gran reto para cualquier preparador. Hablamos de coches pasionales, que ya de serie levantan todas las miradas que gustan al gran porcentaje de apasionados del motor y que cualquier mínimo cambio puede llevar al enfado a muchos de esos seguidores contra la marca.
Pero no nos asustemos, DMC consciente de esto no ha introducido cambios profundos en el 458 Italia. Leves cambios para hacer del 458 un coche aún más exclusivo. Los cambios, comenzando por la estética, se centran principalmente en la fibra de carbono, presente en el paragolpes delantero, faldones laterales, el difusor trasero y los espejos retrovisores, creados desde cero en lugar de tratarse de una simple cubierta.
El conjunto estético lo aderezan un juego de llantas de 21 pulgadas en el eje delantero y de 22 en el trasero, acabadas en negro que crea un bonito contraste con la carrocería amarilla, acompañado por los detalles en carbono.
Pero la estética no ha sido la única modificada. Siguiendo la tendencia exterior, los retoques de su motor no son nada exagerados, pero si suficientes como para hacer del Ferrari una joya más pulida. El preparador alemán ha aumentado las prestaciones del Ferrari, con un incremento de potencia de 570 CV a 610 CV exprimiendo así un poco más el V8 italiano. Su par también ha crecido de los 540 Nm originales a 569 Nn y poniendo la guidan final al pastel un aumento de 5 kilómetros por hora más en la velocidad máxima llegando así a los 330 km/h.
Además se ha añadido un nuevo sistema de escape en acero inoxidable con una nueva protección térmica y que reduce el peso del conjunto en 19 kg si lo comparamos con el sistema original.
Una preparación discreta, con la poca discreción que se le puede pedir a un Ferrari, que no altera demasiado la línea del italiano, pero que añade los detalles justos como para crear una unidad más especial, exclusiva, incluso más bonita aún, ganando en prestaciones y comportamiento dinámico.
Fuente: Worldcarfans
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