La apuesta de Toyota fue arriesgada. El fabricante japonés comenzó a participar en la NASCAR hace unos pocos años, tradicionalmente territorio de las tres grandes de Detroit. No sólo eso, sino que siempre ha contado con fans acérrimos de los coches estadounidenses. Sobra decir que muchos se tomaron casi como un insulto que una marca japonesa participase. Aunque bien pensado, Toyota fabrica muchos vehículos en Estados Unidos y cuenta con grandes pilotos estadounidenses en su equipo.
La apuesta ha sido exitosa, ya que ha pasado a ser una marca querida en el círculo mediático que rodea a estas competiciones ovales. Y en el fondo, los coches no son más que carrocerías de fibra con un motor estandarizado, un V8 atmosférico de 350 pulgadas cúbicas que dejará de ser carburado el año que viene. Como parte del patrocinio, los Pace Car de las diferentes carreras de la Sprint Cup son proporcionados por las marcas participantes, siendo bien modelos superventas o deportivos.
Todos ellos con el objetivo de potenciar la imagen de la marca en cuestión ante millones de espectadores. Este año Toyota celebra el lanzamiento del nuevo Toyota Camry – líder absoluto del mercado de turismos en Estados Unidos – convirtiéndolo en el Pace Car de la Daytona 500, uno de los eventos más importantes del año. Guiará a los coches en formación antes del banderazo de salida. Este Camry lleva una decoración apropiada, que lo hace parecer un coche de la NASCAR en miniatura.
La estética ha sido complementada con llantas BBS RS de 19 pulgadas con neumáticos Goodyear Eagle F1. El equipo de frenado se actualiza con discos de freno perforados Stop Tech de 332 mm de diámetro, abrazados por pinzas de cuatro pistones. Por supuesto, tampoco puede faltar una jaula antivuelco, equipo de extinción de incendios o cinturones de seguridad de cuatro puntos, ya que en el fondo es un coche que va a meterse de lleno en el mundo de la competición, aunque sin llegar al nivel de los bólidos.
Por otra parte, este Camry en concreto es la versión más potente a la venta. Lleva un motor 3.5 V6 con 268 CV de potencia. Aunque en apariencia sea una berlina inofensiva, puede poner en aprietos a coches de cierto nivel. No obstante, el grueso de ventas en Estados Unidos las acaparan las versiones con motor 2.5 de gasolina o las versiones híbridas. Os dejamos una galería de imágenes en alta resolución para que apreciéis un poco más las formas de esta curiosidad automovilística.
Fuente: Serious Wheels
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