Cuando uno piensa en un Porsche 911 clásico no se le viene a la mente en primera instancia una preparación, sino más bien realizar sobre él un cuidadoso trabajo de restauración para dejarlo en un estado lo más próximo al original. Ahora bien, ¿y si conjugamos de la mejor forma posible las dos cosas? Es decir, una preparación moderna con una restauración exterior que respete de la forma más fiel posible la tradición. Y en esto hay algún que otro especialista interesante, como la gente de DP Motorsports.
Aunque el exterior de este nueveonce de 1973 se inspira en el diseño original, el trabajo realizado es bastante profundo, también en su carrocería. Y no nos referimos únicamente a detalles “modernos” como los espejos retrovisores exteriores, el capó delantero, los anchos pasos de rueda traseros o la entrada de aire bajo el paragolpes: el mayor hecho diferencial de este Porsche 911 de DP Motorsports es que prácticamente toda la carrocería está realizada en fibra de carbono, panel a panel, desde el capó, techo o paragolpes delantero, hasta el alerón trasero, puertas o aletas laterales.
Con este empleo masivo de fibra de carbono, y otras muchas medidas como el uso de Plexiglas en los cristales laterales, se reduce el peso total hasta un valor bastante por debajo de la tonelada: 870 Kg. Lo cierto es que han cuidado hasta el último detalle para reducir peso, aunque tan sólo se trate de centenares de gramos, que sumados aquí y allá hacen que se rebaje en más de 200 kg el peso total con respecto a una unidad totalmente original. Detalles que pueden parecer nimios, como incluir un tanque para el líquido limpiaparabrisas más pequeño o un sistema de climatización para el interior más ligero, pero que a la hora de la verdad, uno tras otro, se nota en el resultado final.
También en el interior se ha trabajado en este sentido, además de hacerlo más deportivo y muy apto para competir. DP Motorsports ha eliminado todos los recubrimientos interiores superfluos, así como reducido el material insonorizante, recubriendo salpicadero y consola central en fibra de carbono. Un nuevo volante y asientos de tipo bucket tapizados en Alcantara, junto a una jaula de seguridad, le dan el último toque. A mi entender, un gran trabajo a la hora de modernizar este 911 de 1973 respetando la esencia original, haciéndolo más deportivo y radical y a la vez reduciendo considerablemente el peso.
En lo relativo al comportamiento, debería haber también una notable mejora con respecto al modelo original, y todo ello sin romper la estética. De ello se encargan las llantas de aleación Fuchs en 15 pulgadas, calzadas con neumáticos 225/50 R15 para el eje delantero y nada menos que 345/35 R15 para el trasero, junto a una suspensión de cuerpo roscado ajustable o una geometría del eje trasero rediseñada, ahora de brazos independientes. Para los frenos se ha recurrido a montar un equipo completo procedente de un Porsche 911 964 más moderno, así como un diferencial autoblocante y una nueva caja de cambios.
Y es que el motor también es nuevo, recibiendo un 3.6 litros bóxer de seis cilindros a carburación, con 310 CV. Habrá quien no esté muy de acuerdo con este tipo de preparaciones, que modifican ampliamente el modelo original, pero en mi opinión en este caso se ve un gran trabajo y siempre respetuoso con la esencia original del modelo, poniéndolo totalmente al día con mucha calidad. En resumen, una de esas preparaciones muy bien llevadas como hay pocas…
Fuente: CarScoop
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