En Diariomotor jamás nos cansaremos de repetirlo: el dinero no contribuye al buen gusto, es más, suele exacerbar el mal gusto, haciéndolo demasiado evidente. Es lo que ha pasado por mi cabeza al ver las imágenes de esa abominación que ilumina vuestras pantallas. Como se puede comprobar, es un Maybach 57 que ha sido cruelmente torturado y “preparado” para la grabación del videoclip de un tema llamado “Otis”, una colaboración entre los raperos Jay-Z y Kanye West.
Al principio del vídeoclip se ve la berlina de superlujo – hablamos de un rival del Rolls-Royce Phantom, que cuesta en torno a los 300.000€ – en su estado original: señorial, elegante, imponente. Con herramientas de gran calibre su techo es cortado y comprobamos como se quita la luna trasera o las puertas. Unos extraños trozos de metal se colocan en torno a los pasos de rueda, con soldaduras muy visibles y realmente mal terminadas. Las llantas originales se reemplazan por un modelo de aftermarket.
Lo realmente horrible es que el capó y el maletero han intercambiado sus posiciones, y las puertas traseras sirven de alerones traseros. Un despropósito en toda regla por el que alguien merece un castigo divino. Con una jaula antivuelco y algunos refuerzos para evitar que el chasis se retuerza como un chicle, el engendro es pilotado con poca maña en el vídeoclip. Derrapes, postureo y chicas, bastante comunes en estos “documentos visuales”, pero aderezados con un toque de tortura automovilística.
Las imágenes son difíciles de soportar, suponen la ruina de un coche realmente caro – cuyo origen desconocemos – y un tuning de muy mal gusto, aunque tendrá sus partidarios. Sea como fuere, terminamos nuestra esquela de este Maybach con más imágenes de la escena del crimen y el videoclip en cuestión donde esta berlina de superlujo es un desafortunado protagonista. Desde Diariomotor no nos responsabilizamos por los posibles daños psicológicos producidos por la visión del vídeo.
Fuente: special-blog-hu
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