A lo largo de 2011 hemos visto cómo Cadillac ha vuelto a apostar por el mercado europeo con el lanzamiento de sus últimas novedades en numerosos países del continente, incluyendo España. No obstante, sus ventas siguen siendo extremadamente minoritarias, debido a numerosos factores. Los más importantes para mi modo de ver son dos: los clientes apenas saben de la existencia de la marca en Europa, y los modelos cuentan con mecánicas poco atractivas para el comprador de este lado del charco.
Cadillac ya tuvo un motor diésel en Europa con el Cadillac BLS, pero el modelo era un refrito del Saab 9-3 y tanto crítica como público le dio la espalda. Hace tiempo que se habla de la posibilidad de que Cadillac monte un motor V6 diésel acorde con sus modelos, pero no ha sido hasta hace unos días cuando la marca se ha posicionado. El vicepresidente de Cadillac ha dicho lo siguiente a Autonews cuando fue preguntado por un posible Cadillac diésel: Queremos competir con los mejores. Si eso significa elegir las motorizaciones correctas, entonces haremos esa elección.
Ya sabemos que los directivos de las marcas suelen hablar dando muchos rodeos a semejanza de los políticos para no dejar nada claro, pero en este caso la idea está bastante clara. La cúpula de General Motors ha tomado la firme decisión de lanzar un propulsor diésel para mover a sus modelos, pero lo más sorprendente no es esto, sino que este motor sería ofrecido tanto en Europa como en EEUU, donde los motores diésel nunca han tenido mucha acogida. El tirón de Mercedes, BMW y Audi en tierras estadounidenses es el principal culpable de este movimiento.
Hace unos años, el terceto premium alemán decidió comenzar a comercializar sus modelos con mecánicas diésel en EEUU. Las marcas están comenzando a recoger sus primeros frutos, ya que las ventas de estas variantes son cada vez más elevadas y los consumidores están empezando a eliminar sus prejuicios. Cadillac es consciente de esto y no quiere perder el tren, puesto que en los próximos años probablemente siga aumentando el peso de los motores diésel en el segmento premium norteamericano.
No obstante, aún no está claro de dónde sacarán el motor. En los años 80, General Motors ya tuvo una mala experiencia con Cadillac, debido a que desarrolló un motor diésel para algunos modelos que resultó ser un fiasco en términos de fiabilidad y dañó la imagen de la marca considerablemente. Por tanto, y a falta de que se sepa algo de su origen, puede que GM encargue el desarrollo a su filial europea Opel, o bien recurrir a empresas externas como VM Motori o Detroit Diesel, con las que ya ha trabajado en varias ocasiones.
La otra gran duda es el timing que Cadillac se tomará para comercializar sus modelos diésel. La necesidad de no perder comba hace que necesiten darse prisa en tener disponibles estas variantes, por lo que la lógica dicta que a lo largo de 2012 o en 2013 debería, al menos, presentarse el motor. Cuando ello ocurra, servirá para introducirse en el creciente mercado de los diésel en EEUU, pero también para aumentar notablemente sus ventas en Europa.
Fuente: Autonews
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