El verano ha terminado. Con él se ha ido el sol, las temperaturas agradables y ese terraceo que tanto nos gusta a todos. ¿Son los cabrios sólo para el verano? En absoluto, y el Volkswagen Eos es uno de esos coches que refutan las creencias populares de que un cabrio sólo se disfruta con calor. El Volkswagen Eos es un decapotable con techo duro retráctil, construido sobre la plataforma para vehículos compactos del Grupo VAG. Tiene bastantes similitudes con el Golf.
Un descapotable de este estilo se puede emplear como coupé durante los meses de invierno y “perder la cabeza” cuando las temperaturas sean más agradables. Aún así, con calefacción y ganas cualquier descapotable se puede disfrutar con temperaturas gélidas. Pero no nos anticipemos. El Volkswagen Eos fue lanzado al mercado en 2006, y pronto se le consideró la versión cabrio del Golf, aunque realmente es un modelo independiente: sólo el nuevo Golf Cabrio está en ese árbol genealógico.
Sus ventas han sido muy decentes, es un vehículo que ha gozado de una elevada popularidad y ha sido uno de los últimos en adaptarse a la nueva imagen de marca de Volkswagen. Ha pasado por un lavado de cara a finales de 2010 que no se ha comenzado a vender hasta 2011. La versión que hemos probado es un Sport de acceso a la gama, también con el motor de acceso a la gama: un gasolina turbo 1.4 TSI de 122 CV. Hemos recogido el coche con casi 12.000 km en el odómetro y unos 10 meses de edad.
Estética elegante, no redonda
Es complicado hacer un coupé-cabrio con una estética 100% agraciada. Mercedes se acerca bastante con los SL y SLK, pero si excluimos a los superdeportivos, todos los basados en plataformas compactas adolecen de un trasero “inflado” y unas proporciones que distan de los armónico. Es el caso del Renault Mégane CC que probamos hace un año, su estética no era lo mejor. El Volkswagen Eos tiene el típico frontal de familia de Volkswagen, donde no encontraremos sorpresa alguna.
El perfil lateral mejora mucho con las llantas de 17 pulgadas de nuestra unidad, que son muy bonitas. Las línea son limpias. Con el techo en posición no es tan elegante como un coupé convencional, y realmente mejora mucho si le quitamos el techo y bajamos las cuatro ventanillas. Incluso así, es inevitable apreciar que la parte trasera es más abultada y que el coche tiene un gran voladizo posterior. Ahora bien, entre las ofertas de su segmento, es la más armónica y proporcionada.
La zaga es todo lo plana que puede, pero es voluminosa se mire como se mire. Y con todo, tiene uno de los mejores puntos del coche: unas preciosas ópticas traseras tipo LED cuya manera de iluminarse capta muchas miradas. Dos tubos de escape gemelos asoman en un lateral de la carrocería. Al contrario que hermanos de grupo como el Audi A3 Cabrio, los arcos antivuelco están ocultos, no se despliegan si no se detecta un vuelco inminente. En resumen, más elegante y armónico que la media.
Habitáculo de alta calidad para cuatro personas
Cualquier persona familiarizada con los habitáculos del Grupo Volkswagen se encontrará como en casa en el Volkswagen Eos. Me siento en el asiento deportivo, que recoge muy bien el cuerpo con unos pétalos laterales bastante marcados. La posición de conducción idónea resulta bastante baja. Ambos asientos tienen apoyo lumbar regulable. El volante está forrado en un cuero muy agradable y tiene un apoyo marcado para los pulgares. Tiene ajuste vertical y horizontal, como es de esperar.
Comparte con el resto de modelos del Grupo Volkswagen un puesto de conducción ejemplar a nivel de ergonomía, que podríamos considerar la referencia en muchas ocasiones. Todo está a mano, todo es sencillo de operar, todo está donde esperamos que esté. El diseño del salpicadero es sobrio, y en el mismo destacan los aireadores, rodeados de un aro metálico que aporta personalidad. Las calidades están a un nivel alto, con plásticos de excelente tacto allá donde miremos y toquemos.
La parte superior del salpicadero es de plástico almohadillado, la inferior plástico duro de buen ajuste. Gozamos de pequeños toques premium como tiradores metálicos para las puertas o guantera. Es imposible sacar pegas en cuanto a acabados. La sensación se podría resumir en una palabra: solidez. Con el techo cerrado, el espacio disponible para los pasajeros delanteros es muy correcto en todas sus cotas. No hay estrecheces para la cabeza o rodillas, a pesar de lo que se pudiera pensar.
En cuanto a practicidad, tenemos lo habitual: huecos para botellas en puertas, una guantera de tamaño medio (tapizada, iluminada, refrigerada), un hueco pequeño bajo la consola central y en el túnel central, un pequeño compartimento bajo el reposabrazos extensible. Sí hay peculiaridades con respecto a otros coches, como un hueco con tapa junto al freno de mano que integra un abrelatas, marca Volkswagen. Desde la puerta del conductor se puede abrir remotamente depósito de combustible y maletero.
Plazas traseras, descapotado y maletero
El Volkswagen Eos es un descapotable de cuatro plazas, con dos plazas traseras completas. Una plaza central es imposible físicamente. Las plazas son cómodas, pero el espacio para las rodillas está algo comprometido. Con un adulto de 1,80 metros conduciendo, otro adulto irá incómodo detrás, sus rodillas estarán tocando el respaldo. Al menos, con el techo colocado en posición no vamos a sufrir un techo bajo, como sí ocurre en coupés 2+2 como el Audi TT o el Peugeot RCZ.
Sus plazas traseras son mejores que las del Renault Mégane CC. Por otra parte, el proceso de descapotado. Es más lento que en un cabrio de techo de lona. La hidráulica debe mover piezas pesadas, en un complicado puzzle mecánico. Para plegar o desplegar la capota hay que activar un pulsador situado entre los asientos, y mantenerlo presionado durante la operación, que dura unos 30 segundos tanto en la operación de capotado como descapotado. No se puede hacer con el coche en marcha.
Los Audi A3 Cabrio y Volkswagen Golf Cabrio pueden completar la operación en sólo 12 segundos y en movimiento, a una velocidad de hasta 30 km/h. Hay que tener cuidado de donde hacemos esta operación, ya que la altura del coche se incrementa y la pieza del maletero bascula en torno a medio metro hacia atrás. El maletero del Volkswagen Eos tiene 205 litros de capacidad – y una boca de carga realmente estrecha – cuando no lleva el techo colocado, y 380 litros de capacidad si rodamos en modo coupé.
Para cargar los bultos hay que levantar una cubierta, que debe cerrarse para poder cerrar el propio maletero. No se recomienda poner bultos sobre la misma, aunque sus laterales son buenos lugares para otros bultos, siempre que lo recordemos a la hora de abrir la capota. La rueda de repuesto es tipo galleta. Mañana atacamos la dinámica del Volkswagen Eos, que a pesar de lo que se pudiera pensar, encaja muy bien con la dotación del motor 1.4 TSI de 122 CV. No os alejéis demasiado.
En Diariomotor: Accesorios para el Volkswagen Eos, más personalización para este descapotable | Llega al mercado el Volkswagen EOS con su nueva cara | Nuevo Volkswagen Eos, actualizado ligeramente